Caracas.- Frenar los negocios del gobierno de Nicolás Maduro a través de sanciones. Esa ha sido la bandera de la administración de Donald Trump para presionarlo y lograr una transición en Venezuela. A finales de octubre, el representante especial de Estados Unidos (EE.UU.) para Venezuela e Irán, Elliott Abrams, confirmó que habían decidido prohibir el intercambio de petróleo por diésel que hace Venezuela para evadir las sanciones norteamericanas.
No obstante, el Departamento del Tesoro de EE.UU. no ha hecho ninguna publicación que detalle esta sanción.
A continuación, El Pitazo presenta lo que se ha dicho en torno a esta decisión:
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-Desde que Donald Trump comenzó en 2017 la política sancionatoria contra el gobierno de Maduro, aclaró que no se iba a afectar a los venezolanos, por lo que continuaría la importación de diésel que utilizan incluso organizaciones internacionales para fines humanitarios. Su administración ha dicho que Maduro puede importar medicinas y alimentos sin ningún obstáculo.
– Hasta el 30 de junio de 2019, 32 países habían emitido 31 sanciones contra el gobierno de Venezuela, de las cuales 6 afectaban a la economía, y, en consecuencia, a los venezolanos. Entre ellas, destaca la del 28 de enero de 2019, cuando EE.UU. congeló los activos de Petróleos de Venezuela y se prohibió que las empresas norteamericanas hicieran negocios con la estatal. Es decir, se dejó de vender crudo al principal cliente, que es EE.UU.
– Ante la posibilidad de que una nueva sanción relacionada con la importación del diésel se materializara, organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos elaboraron un documento que fue publicado el pasado 1º de septiembre y enviado a las autoridades norteamericanas, con el fin de que estuviesen en conocimiento de que el diésel es el principal combustible para generar electricidad y para transportar carga pesada o insumos que llegan al país.
– 32 organizaciones y 87 individuos, entre ellos Provea y el exministro de Chávez, Rodrigo Cabezas, enumeraron las razones por las cuales esta sanción podría agravar la situación en el país: las plantas termoeléctricas del país funcionan con combustibles como el diésel, más del 70% de la población depende del transporte público para comprar bienes básicos. También afectaría el suministro de gas metano que consumen los venezolanos y la producción de propano que se utiliza para las bombonas de gas.
LA SANCIÓN AL DIÉSEL… ¿CÓMO AFECTARÍA LA PRODUCCIÓN EN VENEZUELA?
-En un artículo de opinión de Rogelio Guevara, publicado en El Pitazo el 5 de septiembre, se hace énfasis en que los venezolanos “tienen años sufriendo la peor sanción posible que es la aplicación de políticas públicas destructivas y la perversión del Estado”. Economistas como Manuel Sutherland consideran que las sanciones acentúan la crisis económica que comenzó a notarse en 2014, cuando el país entró en recesión.
-El internacionalista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Alfredo Ordóñez, señala que es muy probable que, además del diésel, se materialicen otras sanciones que involucren material ferroso o cualquier otro que utilice el gobierno para eludir las sanciones y tratar de mantener activos algunos sectores de la economía nacional.
-En 2018, por ejemplo, EE.UU. sancionó las transacciones ilícitas relacionadas con el oro que salía de Venezuela.
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