Caracas.- Este sábado, 18 de diciembre, cuando se celebra el Día Internacional del Migrante recordamos por qué esta fecha es importante para visibilizar los problemas, retos y adversidades que deben afrontar los migrantes alrededor del mundo.
La efeméride tiene su origen el 4 de diciembre de 2000, cuando la Asamblea General de la ONU, teniendo en cuenta el gran y creciente número de migrantes en el mundo, proclamó el 18 de diciembre Día Internacional del Migrante. Ese día, en 1990, la Asamblea aprobó la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares.
Según la Unesco, la migración es un fenómeno mundial impulsado por muchas fuerzas. «Estas comienzan con aspiraciones de dignidad, seguridad y paz. La decisión de salir de casa es siempre extrema y, con demasiada frecuencia, el comienzo de un viaje peligroso, a veces con un final fatal».
Este año con el lema Reimaginar la movilidad humana se quiere hacer énfasis en los retos de ser migrantes en plena pandemia del COVID-19 y cómo esto los convierte en una población vulnerable. Hay infinidad de historias de venezolanos que han sido desalojados, discriminados y que están bajo el riesgos de ser víctimas de trata y explotación.
Según estima la ONU, un total de 6.038.937 migrantes venezolanos abandonaron el país en los últimos años. Y la mayoría se trasladaron a países de América Latina y el Caribe.
Huyen de la peor crisis económica y sostenida que atraviesa el país desde el año 2016: con un escenario inestable que ha pasado por la inflación, hipeinflación y ahora la dolarización de facto, con la que cada día merma más el poder adquisitivo de la mayoría de los venezolanos.
El comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis migratoria venezolana, David Smolansky, alertó que cerca de tres millones de migrantes venezolanos está en condición irregular en algún país de Latinoamérica.
Con información de la Unesco y el Banco Mundial