Caracas.- El Gobierno de Chile notificó este miércoles 10 de febrero que reforzará los controles de migración irregular, esto después de haber deportado a 138 venezolanos que intentaban ingresar al país y estaban varados en la frontera norte con Bolivia.
El ministro de Interior chileno, Rodrigo Delgado, declaró desde la pequeña localidad de Colchane, próxima a la frontera con Bolivia, que que el proceso de expulsión se debió a personas que mayormente «ingresaron de forma clandestina hace menos de tres meses».
«Con esto nosotros estamos notificando a las personas que tienen intención de llegar a Chile por pasos no habilitados, que se arriesgan a un proceso de expulsión», aseguró Delgado.
La entrada de más de un millar de extranjeros en menos de una semana generó días atrás una tensión entre el municipio chileno de Colchane, de apenas 1.700 habitantes, que se encuentra muy próximo a la localidad boliviana de Pisiga.
La zona entre estos dos municipios se ha convertido, pese a la crisis sanitaria por el COVID-19 y las extremas condiciones climáticas (mucho calor durante el día y heladas de madrugada) en un paso de migración irregular.
La ola migratoria, formada principalmente por venezolanos, provocó desabastecimientos y enfrentamientos entre autoridades y grupos de extranjeros, además del colapso del sistema sanitario por la pandemia, lo que obligó a instalar campamentos para mantener en cuarentena preventiva a los migrantes.
LEE TAMBIÉN
En un avión militar llegaron 138 venezolanos deportados por Chile
La tensión en este paso fronterizo se agravó la semana pasada con el fallecimiento de dos extranjeros, un colombiano y un venezolano.
La mayor parte de las personas, agregó el ministro Delgado, fueron expulsadas por no haber regularizado su estancia en Chile, y una minoría fueron deportadas por motivos judiciales, entre ellos, delitos relacionados con narcotráfico, según informó un cable publicado por EFE.
Delgado visitó la zona junto a sus homólogos de Defensa y Relaciones Exteriores, Baldo Prokurica y Andrés Allamand, respectivamente.
«Este vuelo está coordinado con la cancillería colombia y con las autoridades consulares de Venezuela. Estamos trabajando en forma coordinada con los países limítrofes para sacar adelante estas iniciativas», añadió el canciller.
En Chile, un país que hasta el inicio de las protestas de 2019 era muy atractivo para migrar por su estabilidad política y económica, hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.
Chile tiene una de las leyes migratorias más antiguas de Latinoamérica, diseñada en 1975 durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando apenas recibía migrantes, aunque el Gobierno busca aprobar una nueva normativa que facilitaría las deportaciones.
Con información de EFE
