Durante una entrevista con el canal colombiano NTN24, una tía del bebé venezolano asesinado por disparos de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, cuestionó la reacción de los oficiales ante la presencia del bote que navegaba con migrantes por la zona sureste de la isla caribeña.
“Reaccionaron de la peor manera. Pienso que si son un organismo policial preparado, deben saber cómo hacer su trabajo. Ellos saben que todos los días se consigue un bote de migrantes cruzando hasta Trinidad, entonces creo que lanzando plomo no es la mejor manera de atajar un bote, para eso hay otras estrategias que ellos deben conocer”, le dijo Daicelis Salgado a la periodista Karla Arcila durante el programa Ángulo, transmitido la tarde de este lunes, 7 de enero.
La familia del bebé Yaelvis Santoyo, de apenas un año de edad, está consternada. La madre, identificada como Darielbis Sarabia y quien recibió un impacto de bala, está en condición estable en un centro médico de Trinidad, aseguró la pariente que habló con el canal colombiano.
“Está fuera de peligro, pero como toda madre, llorando a su hijo”, agregó. En el bote también iba otra hija de Darielbis: una niña de dos años que está en manos de las autoridades trinitenses junto con el resto de pasajeros. Comentó que la familia está recibiendo apoyo de la Oficina de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
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La tía del bebé asesinado también está en Trinidad desde hace un par de años, según precisó a NTN24. “Nuestra Venezuela está acabada. Es lamentable que dejemos nuestras casas para venir a otro país donde no sabemos cómo nos van a recibir”, apuntó.
Los hechos
El sábado 5 de febrero, un bote con al menos 20 migrantes que buscan huir de la crisis de Venezuela, zarpó desde las costas de Delta Amacuro hacia Trinidad y Tobago.
Sobre cómo ocurrieron los hechos, la mujer contó que se vivieron momentos de pánico mientras los guardacostas disparaban al bote. “Ella (Darielbis) dice que el muchacho (que conducía la lancha) quiso regresarse para que no los agarraran presos y los policías comenzaron a lanzar plomo. Me dijo que había muchas balas y ella sintió cuando le pegó una y comenzó a gritar. Después, cuando vio a su niño, él tenía una herida en la cabeza”, relató.
Después que los disparos cesaron y todos comenzaron a gritar, los oficiales se acercaron al precario peñero. “Y solo entonces se descubrió que había inmigrantes a bordo que habían permanecido ocultos y, por lo tanto, no se los había visto antes. Más controles descubrieron a una mujer adulta inmigrante que sostenía a un bebé y que indicó que estaba sangrando”, dijo la Guardia Costera en un comunicado citado por el medio local Trinidad Expres.
La versión de ese organismo de seguridad costera es que antes de los disparos los oficiales usaron otros métodos. “Se utilizó el megáfono, la bocina del barco, el reflector y las bengalas, para tratar de detener la embarcación sospechosa, sin embargo, la embarcación continuó intentando evadir a TTS Scarborough. De acuerdo con los protocolos estándar, a continuación se emplearon disparos de advertencia delante de la embarcación”, agregó la Guardia Costera.
