Familiares de quien en vida respondía el nombre de Jacobo Astudillo, de 40 años de edad, confirmaron la desaparición de su pariente en las profundidades de un río en Brasil. Micaela Astudillo, hermana del fallecido, dice: “Según las informaciones que nos están llegando, el cuerpo de mi hermano está desaparecido; aún no ha sido hallado en la profundidad donde se hundió”, afirmó Astudillo.
Jacobo Astudillo, el desaparecido, fue funcionario de la policía estadal. Ante la crisis y el desgaste del salario por la hiperinflación decidió renunciar su trabajo y dedicarse a actividades de albañilería en la ciudad. “Mataba tigritos para subsistir”, aseguró su hermana. Al parecer, ante la poca oportunidad de trabajo en el ramo, había planeado cruzar hasta la isla de Trinidad-Tobago en busca de mejores horizontes.
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Sin embargo, cambió de parecer y decidió partir rumbo a la frontera de Brasil con un amigo. “Su compañero regresó, pero él decidió quedarse y porfiar en busca de trabajo. No sabemos exactamente dónde estaba al momento de su tragedia”, señaló su hermana.
Desde hace tres años Jacobo Astudillo había vivido la pérdida de su señora madre, consumida por cáncer de útero, en medio de la escasez y la dificultad de encontrar los medicamentos para su tratamiento, situación familiar que lo llevó a un estado de desánimo y depresión.
En la madrugada del pasado sábado 13 de julio, los familiares recibieron el mensaje de la muerte de Astudillo, quien presuntamente había entrado en las aguas en estado de ebriedad y habría desaparecido en las profundidades de las aguas. Había salido en busca de nuevos horizontes por la aguda crisis que atraviesa el país y encontró la muerte en lejanas tierras.
