Caracas.- En vista de la crisis causada por la llegada de la pandemia, una pareja de venezolanos en Lima, Perú decidieron colocar toda su fe y esfuerzo en el Rincon de Santy Donust, un emprendimiento en el que ofrecen donas de diversos sabores.
Ylvia Blanco contó a El Pitazo que decidió junto a su esposo, Arturo Prada, migrar en 2018 debido a la escasez en Venezuela, especialmente de pañales y otros productos que necesitaban para su hijo. «Nuestro plan era ir a Chile, pero debido a que mi esposo tenía el pasaporte vencido, optamos por quedarnos en Lima«.
La pareja de venezolanos comenzó dedicándose a la pintura y la cerámica, una actividad que no consideraban su pasión pero que les ayudaba a sustentarse. «Llegó la pandemia y todo se fue por el suelo, todo se paralizó».
Ante el desempleo por la cuarentena, decidieron emprender pese a que tenían pocos recursos económicos. «Todos nuestros recursos se agotaron y ya no teníamos para el alquiler, estábamos casi en la calle (…) Un amigo de mi esposo que está en Colombia y que es pastelero profesional, nos apoyó con las recetas y los procesos vía WhatsApp».
Ya teniendo una opción de cómo preparar las donas, la pareja comenzó a realizar diversas pruebas en su casa, lo que les hizo perder gran parte de su material, pero aun con mucha fe, continuaron dando todo su esfuerzo.
«Salíamos con tapers a vender puerta a puerta y nada, pero aún así no desistimos, confiábamos en lo que hacíamos (…) A mi esposo se le ocurrió fabricar una vitrina para exhibir el producto, recuerdo que salimos un día domingo con nuestra mercancía y muestra vitrina rodante. Ese día se nos acercaron a comprar y en cuestión de una hora habíamos vendido todo».
En el Rincon de Santy Donust se encuentran donas de variedad de sabores, incluyendo clásicas, de chocolate, con topins, rellenas de vainilla, manjar blanco, arequipe y crema pastelera; además son decoradas al gusto del cliente. Una de sus características es que tiene la opción de realizar dedicatorias en el glaseado de las donas para volverlas el regalo ideal.
«La receptividad del peruano con nuestro producto ha sido muy buena, trabajamos vía delivery, tenemos un puesto rodante en Santa Clara y tenemos vendedores independiente que solicitan nuestro producto», explicó la venezolana.
«El toque venezolano es la pasión por lo que hacemos. Cuidamos mucho cada ingrediente que colocamos y podría decirte que la calidad de nuestros productos nada tiene que envidiarle a otras franquicias», dijo Ylvia quien invita a probar las donas al comprarlas por medio de su sitio web.
