Caracas.- Inspectores de trabajo determinaron que 23 migrantes, entre ellos 22 venezolanos y un haitiano, fueron víctimas de esclavitud al realizar trabajos forzosos bajo condiciones deplorables en Sao Paulo, Brasil, tras ser contratados por la empresa de transporte Siber, que a su vez fue subcontratada por las cerveceras multinacionales Ambev y Grupo Heneiken.
Para marzo de 2021 el Programa de Erradicación del Trabajo Esclavo en Sao Paulo, liberó a los 23 migrantes de la situación que padecían bajo la contratación de Siber, que se encargaba de contratar a los trabajadores que terminarían prestando el servicio para Cervejarias Kaiser Brasil, el nombre que llevan Ambev y Grupo Heneiken en el país sudamerciano, reseñó el diario El País.
La nota del diario español indica que los inspectores corroboraron condiciones de trabajo análogas a la esclavitud con la supresión del descanso semanal remunerado y la pausa entre un viaje de entrega y el siguiente, que según la legislación debe ser de 11 horas. «El resultado -de estas condiciones- ha sido un aumento del número de accidentes de trabajo y, sobre todo, de enfermedades profesionales, que incluso han provocado muertes y suicidios relacionados con el trabajo», afirma el informe de los auditores.
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Los migrantes vivieron durante meses en las cabinas de los camiones que conducían cuando los guardaban en las sedes de Sider en Limeira y Jacareí, ciudades del interior de Sao Paulo. A su vez, trabajaban durante largas jornadas sin derecho a un día libre, no tenían acceso a agua potable y se les impuso descuentos de su salario para cubrir ropa y calzado.
«Si se te cae la carga, te la descuentan del sueldo. Si se te pincha la rueda, también te la descuentan, unos 1.000 reales o 200 dólares. Fue una época muy difícil. Nos trataban como perros, como animales. Viví durante 11 meses en mi camión, en un espacio donde solo podía echarme y dormir, nada más», contó Bruno, uno de los venezolano afectados, a El País.
Pagos por daños morales
La remuneración mensual de estos trabajadores oscilaba entre 1.900 y 4.000 reales (entre 360 y 750 dólares), sin embargo, esta cantidad era obtenida en su totalidad por los migrantes cuando eran sometidos a todas las violaciones laborales, puesto que los descuentos impuestos a su salario lo reducía considerablemente.
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La legislación brasileña establece que les corresponde a Heineken y Ambev supervisar que el contratista, en este caso la empresa Sider, cumpliera las obligaciones laborales, por lo que también se les responsabilizará por tener a trabajadores esclavizados.
Las empresas deberán pagar a los empleados los daños morales, por lo que cada trabajador rescatado recibirá 657.270 reales, equivalente a 125.000 dólares, refiere la nota de El País.
En un comunicado, el Grupo Heineken afirmó que se enteró del caso a través de la Superintendencia Regional del Trabajo, y que colaboraría para garantizar todos los derechos fundamentales de los trabajadores.
Lea la nota completa de El País aquí.
