Santa Bárbara de Zulia.- Desde Perú, el boxeador zuliano Carlos ‘Kiki’ Vera, afirmó que debió emigrar porque en Venezuela no tuvo apoyo gubernamental y que la disciplina está cada vez más abandonada.
Sin guantes ni caretas con qué entrenar y cada vez menos posibilidades de pelear en contiendas que le dejasen ingresos para subsistir, decidió viajar a esa nación por el llamado del también pugilista zuliano, Víctor Rodríguez.
«En Venezuela, en mi pueblo de Santa Bárbara de Zulia, da tristeza cómo en un pueblo que ha dado tantos peleadores buenos, no queda nada, todo está destruido. De hecho, cuando en 2012 tuve una lesión en mi hombro, pedí ayuda a la Alcaldía de Colón y no la obtuve, por eso no tengo nada que agradecer a la revolución», expresó Carlos Vera.
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Al recuperarse de la intervención quirúrgica hizo una pausa en los entrenamientos y una vez en forma preparó maletas el 3 de agosto reciente hasta llegar la capital peruana.
Pasó de un gimnasio a otro y justo en el segundo lugar al que acudió, el excampeón mundial Jonathan Maicelo descubrió que Vera tiene talento y la posibilidad de derrotar a sus oponentes. Afirma que en Venezuela es cada vez menos probable conseguir títulos o que una contienda resulte rentable, por las crisis económica y social. «Ya el deporte no es igual y eso lo dicen en cualquier competición», comentó »Kiki».
En noviembre, «Kiki» tendrá la posibilidad de demostrar su potencial ante un rival de Estados Unidos. Maicielo lo entrena durante ocho horas diarias y le enseña tácticas precisas para destacar en el ring.
«No es fácil salir de tu país»
Vera, quien se ubica en la categoría ligero, con 134 peleas, de las que ganó 88 por nocaut y solo perdió en siete ocasiones, ya había emigrado a Tijuana, México, en 2012, donde ganó su primera contienda profesional.
«La situación en ese momento era distinta, pero ahora cuando todo se torna cada vez peor, te das cuenta de que no es fácil partir. Sobre todo porque dejo a mi hija de 3 años y no estuve en su cumpleaños, a mi esposa, mi familia y las costumbres de mi pueblo», dijo Carlos Vera a El Pitazo.
Además, Vera señaló que hay mucha xenofobia hacia algunos venezolanos por culpa de otros que legaron a Perú a delinquir, aunque deja claro que la gran mayoría fue a dar lo mejor para trabajar y poder ayudar a sus familias. «Vine a perseguir mi sueño de obtener un título y así superarme», manifestó.
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Carlos Vera tiene 27 años y desde los 11 entrena la disciplina. Sus primeros pasos los dió en la cancha del antiguo Inam junto a Germán Núñez «el Ruso» y José Caraballo. De esos tiempos de aprendizaje extraña todo y las anécdotas de sus primeras peleas le dan fuerzas para salir adelante.
Los «te amo» que su nenita le envían por notas de voz lo impulsan cada día a ser un peleador que, pese a la crisis, pretende dejar en alto el nombre de su empobrecida nación. «Seguimos luchando, dentro y fuera, con fe de que esta situación cambiará», declaró.
