El siniestro ocurrido el pasado jueves 6 de diciembre en la carretera vía Chivacoa, que dejó como saldo la muerte de los famosos peloteros Luis Valbuena y José Castillo, conmocionó a todo el país, pero “no se trata de un hecho extraordinario”. Dayana Betancourt, miembro de la Organización Paz Activa y coordinadora del Observatorio de Seguridad Vial (OSV), recuerda que la inseguridad en las vías es un “hecho real que cobra vidas no tan sonadas a diario”.
“En términos generales, los siniestros viales suelen atribuirse en mayor proporción a causas asociadas al comportamiento del conductor, pero es importante reflejar un aumento de las causas asociadas al estado de la vialidad y a la condición del vehículo, lo que conlleva a presumir que efectivamente el mal estado de la trama vial de la nación y del parque automotor circulante se acrecienta y, por ende, también su incidencia en la ocurrencia de hechos viales”, reporta el informe sobre seguridad vial del año 2017 y Betancourt lo complementa al decir que “las carreteras en el país no son aptas para transitar”.
La vocera del OSV recuerda que la organización lleva seis años levantando data con respecto a estos temas, pues desde el Estado no hay reportes certeros de las incidencias viales, y han podido ver cómo los obstáculos en las vías o el mal estado de las mismas generan un aumento en el número de siniestros. “El deterioro de las vías, junto a otro de los agravantes, que es el tema de la inseguridad, un tema que vivimos en todo el país, y la falta de iluminación, generan mayor inseguridad a la hora de recorrer las carreteras”, explicó Betancourt en entrevista concedida a El Pitazo.
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Sin registros
Si bien es cierto que la mayor causa de accidentes se atribuye a fallas humanas, pues de acuerdo al último registro de la OSV, 98 % de los casos ocurren por negligencia, imprudencia, impericia e inobservancia de las normas, Betancourt destaca que ha habido un importante incremento de los siniestros generados por las condiciones de la vía y la inseguridad durante los recorridos.
“En el caso de los peloteros se trató de figuras públicas, pero la realidad es que esto sucede a diario y estos hechos quedan en el anonimato, porque realmente no existe ningún registro de lo que está ocurriendo en las carreteras del país que nos indique el estado real de las vías, sumado a que no hay ningún cuerpo policial que nos ayude a lo largo de estos recorridos”, puntualizó Betancourt.
El OSV refiere en sus datos que de 2001 a 2005 los eventos mortales por causa del mal estado de las carreteras pasaron de 1.550 accidentes a 3.412. Sin embargo, los especialistas del área aseguran que de los años 2006 a 2013 el Instituto Nacional de Transporte Terrestre (Intt) se reservó las datas y cuando reaparecieron los boletines del Intt de 2013 a 2016 “llama la atención el salto en la reducción de siniestros en relación con las causas que ocupan”.
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Pero, aunque no hay cifras certeras, la especialista se muestra alarmada por la inseguridad de las vías y es tajante al aconsejar “no viajar de noche. Es lo más recomendable en estos momentos. Se deben evitar viajes nocturnos, porque no hay vías acondicionadas, las carreteras no están iluminadas, el asfaltado no está apto para transitar y, lo más importante, no hay seguridad”.
Betancourt refiere que en las carreteras de largo trecho de toda Venezuela no hay desplegado ningún operativo de seguridad, salvo durante los asuetos vacacionales o de temporada, lo que se refleja en una baja durante estos periodo de siniestros generados por causas atribuibles a la vía.
La especialista destaca que no hay cuerpos policiales desplegados en las vías y asegura que “lo único que está funcionando y quienes están intentando hacer algo son los Paramédicos de la Autopista, que están haciendo uno de los mejores trabajos porque tienen unas brigadas de restablecimiento de vías para atender emergencias y dictan cursos de manejo preventivo y atención en las vías”.
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Medidas preventivas
De acuerdo con el OSV, “durante el año 2015 fueron reportadas en Venezuela 2.082 defunciones por accidentes de tránsito, mientras que en 2016 esta cifra descendió a 1.836. Las tasas nacionales se ubicaron, respectivamente, en 6,79 y 5,99 por cada 100.000 habitantes. Esto incluye todas las muertes reportadas de conductores, copilotos, acompañantes o pasajeros, así como también las de peatones o transeúntes que pudieron perder la vida de forma inmediata”.
Ante esta realidad, Betancourt recuerda que lo más importante es la prudencia y “usar el cinturón de seguridad»
Sobre este último punto, la especialista se detiene y refiere que en un vehículo todos los que están dentro deben cuidarse, pues las medidas de seguridad no solo son para piloto y copiloto. “Una de las razones por las que estas dos personas, los peloteros que hoy llora todo el país, fallecieron, es porque no estaban usando los cinturones. Los otros dos ocupantes resultaron levemente lesionados y fue gracias a la protección. El uso del cinturón habría evitado que los jóvenes se salieran del carro”, expuso.
