Caracas.- Este viernes 5 de abril, habitantes de Los Ruices, al este de la ciudad, protestaron por las fallas con el servicio de electricidad en la avenida principal, frente a la sede de Venezolana de Televisión.
Hoy se cumplen ocho días consecutivos a oscuras luego de que tres transformadores del sector explotaran. La respuesta de algunos técnicos de Corpoelec fue que, como la compañía no tiene recursos, la única opción es cancelar un monto en dólares para comprar los repuestos y reparar la avería que afecta a 114 familias en la zona.
Wilfredo Villegas precisó que los trabajadores de la empresa eléctrica les estaban cobrando 35.000 dólares para reinstalar los tres transformadores. Rechaza pagar en una moneda extranjera por tener el servicio que ya cancelan mensualmente y que consideran un derecho.
Durante una semana, los residentes de la calle A de Los Ruices han iluminado sus casas con velas, pero una sola cuesta 9.000 bolívares, la mitad del salario mínimo. Amparo Peñaloza asegura que, aunque la falla permanente comenzó el viernes 29 de marzo, desde el apagón del jueves 7 han tenido que acostumbrarse a subir las escaleras y moverse a oscura dentro de los apartamentos.
A la oscuridad se le suma la falta de agua. Rommel Morot, residente de la urbanización La Carlota, refiere que, frente a la escasez de agua, el negocio de los camiones cisternas ha aumentado: «Muchos quieren cobrar entre 100 y 300 dólares». Pero 10.000 litros de agua, que es el promedio de lo que transportan estos camiones, no abastecen a un edificio de 14 pisos.
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Además, las fallas con los servicios básicos alteran la rutina de los ciudadanos y disminuye la calidad de vida. “Entonces uno tiene que estar pendiente de cuando viene o deja de venir el agua, y dejas de salir para limpiar y hacer las cosas. Es algo que te agota muchísimo”, dijo
Morot.