Los obispos venezolanos aseguraron en un comunicado que “Venezuela como nación está herida en su estructura humana, social e institucional, en gran medida como consecuencia de un modelo político autorreferencial, de vocación totalitaria”.
En declaraciones emitidas por el canal del Estado, VTV, Maduro aseguró que la denuncia hecha por el obispo auxiliar de Mérida, monseñor Luis Enrique Rojas, luego de ser demorado por militares cuando llevaba insumos a Tovar, se trató de "una campaña miserable dirigida por obispos de la Iglesia Católica contra la Fuerza Armada Nacional"