Caracas.– Nueve días después de que se ordenó la habilitación del Poliedro de Caracas como centro de aislamiento de pacientes con coronavirus, este viernes, 24 de julio, la adecuación muestra un avance de 50%. El fin de semana se culminará la instalación de 300 camas dentro de la edificación y otras 900 en el estacionamiento, confirmaron a El Pitazo fuentes del Ministerio de Salud.
Los 1.200 cupos de 2 metros de largo por 3 metros de ancho se dispondrían, de forma preliminar, para albergar a personas asintomáticas. Con esto el gobierno intenta evadir el déficit de personal, equipos médicos e insumos que requeriría el hospital de campaña que, por el número de camas, emula la capacidad del Hospital Clínico Universitario (HCU).
Por las características de la contingencia, el Ministerio de Salud también avanza en el diseño de un protocolo especial para atención de los pacientes. Este esquema regulará los aspectos del traslado, manejo de crisis y la logística en torno a entrega de alimentos.
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Prioridad sur
Una vez en funcionamiento el área habilitada en el Poliedro fungirá como un hospital auxiliar del HCU y del Periférico de Coche. Ambos establecimientos están ubicados a tan solo unos kilómetros de distancia, lo que facilitaría traslados e intervenciones adicionales del personal. Así se distribuiría la carga de los servicios hospitalarios en el suroeste de Caracas, agregaron los consultados, quienes pidieron resguardar sus identidades.
Hasta la fecha se desconoce cuántos de estos 1.200 nuevos cupos se destinarán para la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La infección por SARS-COV-2 es un trastorno que afecta de forma acelerada el funcionamiento de otros órganos vitales, además del sistema respiratorio. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que cada espacio habilitado para su atención, dentro o fuera de un hospital, debe contar con áreas diferenciadas para el abordaje adecuado de todas las fases del padecimiento.
Estas etapas abarcan desde la detección, aislamiento, tratamiento y seguimiento de los diagnósticos más severos. En el caso de estos últimos son los que requieren de más servicios de salud especializados. Es decir, ventiladores mecánicos y monitores para evaluar las funciones vitales, como la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión.
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Capacidad incierta
En toda terapia intensiva, cualquiera sea su contexto, deben existir camas multipropósito. Estos muebles, de funcionamiento eléctrico, cuentan con balanza y comandos para sustituir distintas funciones del cuerpo en pacientes graves, como cambiarlos de posición. Otro equipo indispensable, dado el tipo de transmisión del virus, es el aspirador de secreciones nasales y bucales. Muchos de estos dispositivos y herramientas son escasos desde hace años en hospitales con capacidad similar al del Poliedro, recordó el exministro de Salud, José Félix Oletta.
El médico internista, experto en políticas de salud pública, indicó que de estos aparatos, en lo atinente al COVID-19, los ventiladores mecánicos son esenciales en una instalación destinada a la atención de pacientes con la enfermedad. En ese sentido explicó que estos dispositivos proveen asistencia vital ante insuficiencia pulmonar, una de las causas de muerte más comunes asociadas al coronavirus.
Más allá del aspecto técnico, Oletta enfatizó que un recurso insustituible en una UCI es el personal médico especializado. Ante esto se preguntó de dónde saldrán los profesionales de la salud que manejarán la emergencia. Hasta esta publicación esa información no ha sido precisada por las autoridades de forma oficial. Por lo que se desconoce el número de médicos, enfermeras, camilleros y obreros con los que contará el emblemático domo devenido en hospital de emergencia.
