Caracas.- Casi un año y medio después de iniciado el conflicto emprendido por los enfermeros de todo el país a causa de los bajos sueldos y las precarias condiciones laborales, la agenda está lejos de agotarse. Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital, anunció que en las distintas seccionales regionales se debaten entre la posibilidad de realizar un paro general o entregar renuncias masivas, debido a la escasa respuesta que ha recibido el reclamo.
La discusión a lo interno del gremio surgió en medio del paro de 48 horas convocado para este jueves 14 y viernes 15 de noviembre, que fue acatado en establecimientos de salud ubicados en 18 estados. Contreras calificó de exitosa la actividad, pero reconoció que la protesta no ha cumplido su principal objetivo: lograr la dolarización de los salarios y la normalización del suministro de insumos en hospitales y ambulatorios.
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«Hemos propuesto el paro general, que ya es inminente por el paro técnico en que se encuentran los centros de salud, por falta de material médico y el deterioro de la planta física», argumentó.
Respecto a la posibilidad de renuncia masiva, Contreras explicó que renunciar sería una decisión que quedaría en potestad de cada agremiado. A su juicio, la extrema medida solo sería la materialización de un fenómeno que desde hace al menos tres años se registra en las instituciones de salud dependientes del Estado.
«No descartamos la renuncia masiva porque mantenernos en nuestros puestos ganando sueldo mínimo es inviable. Las renuncias, abandonos o retiros voluntarios ocurren desde 2016. Nuestros compañeros se van para dedicarse a otros oficios que les garanticen un ingreso digno, o se van del país», razonó.
Intimidación
La gremialista reiteró la denuncia sobre el amedrentamiento por funcionarios de seguridad del Estado durante los días de protesta. Además, insistió en que ese tipo de actos no impedirá que la lucha por mejores reivindicaciones continúe.
«No le tenemos miedo a ningún organismo de seguridad. Así nos pongan en frente a un batallón, resistiremos. Nuestra decisión es seguir adelante hasta lograr la plena restitución de nuestros derechos laborales», expresó.
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Durante las tomas pacíficas que el personal de enfermería en Aragua, Carabobo, Lara y Bolívar organizó en respaldo a la paralización, se instalaron vehículos y piquetes de la Policía Nacional (PNB) y Guardia Nacional Bolivariana (GNB). En el caso de Caracas, en el inusual operativo participaron integrantes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y de la Fuerza de Acciones Especiales de la PNB (Faes), quienes alegaron estar en «labores de resguardo de la ciudad».
La agenda conflictiva del personal de enfermería se implementó desde junio de 2018. Entre marchas, paros y pancartazos los enfermeros han denunciado la derogación unilateral impuesta por el Ministerios de Salud de los beneficios establecidos en la convención colectiva. De acuerdo con el gremio, primas por profesionalización, bonos por horas extra y otros incentivos fueron eliminados, por lo que profesionales de enfermería de todo nivel empezaron a ganar salario mínimo.
