El confinamiento en Venezuela ya suma más de tres meses y las clases no presenciales, más de dos. Luego de un proceso de aprendizaje obstaculizado por las fallas de conectividad y electricidad y la falta de acceso a dispositivos, casi 500.000 estudiantes terminan el bachillerato. En medio de la pandemia, las fiestas, caravanas y actos de grado quedan suspendidos

Egleidy Gabriela Lozada, de 17 años, se imaginaba terminar el bachillerato y celebrarlo con una caravana que recorriera la ciudad de Maturín, estado Monagas. También imaginaba la fiesta, el vestido, el maquillaje, la emoción del acto de grado, los nervios antes de subir al escenario a recibir el título y a su familia aplaudiendo desde el público. Pero la pandemia por COVID-19, el nuevo coronavirus cuya propagación comenzó en Wuhan, china, ha pausado la vida de millones de personas en el mundo.

En Venezuela, las clases presenciales se suspendieron, en todos los niveles, 7 de abril, 22 días después de que comenzara la cuarentena general. La última semana de ese mes, Aristóbulo Istúriz, ministro para la Educación, aseguró que entre el 30 y 31 de julio sería la asignación de los títulos de los casi 500.000 bachilleres que se espera terminen el período 2020-2021. Sin embargo, no hay certeza acerca de las celebraciones o protocolos.

Yubis Blanco, madre de Egleidy, tuvo que comprar las estampillas y llevar las notas de la adolescente a la Zona Educativa para que pudieran registrarla en el sistema de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu), pero del acto de grado o de la firma del acta, nadie le dijo nada.


CASI 500.000 ESTUDIANTES TERMINAN EL BACHILLERATO EN VENEZUELA, PERO EN MEDIO DE LA PANDEMIA, LAS FIESTAS, CARAVANAS Y ACTOS DE GRADO QUEDAN SUSPENDIDOS


El período de confinamiento ha sido muy difícil para Yubis y Egleidy, porque no se puede cumplir con asignaciones online sin teléfono inteligente o computadora ni conexión a Internet. “No pudimos cubrir todas las asignaciones, porque la mayoría la pasaban por WhatsApp. Claro, como tenía buenas notas del primer y segundo lapso, si pasa, pero el aprendizaje no es igual”, dice Yubis.

La cuarentena que ya suma más de tres meses, pulverizó los planes que Egleidy tenía con su promoción: un día de piscina, con música y mucha comida para celebrar el final de una etapa importante. Por lo que Yubis ha escuchado, lo más seguro es que cada mamá o papá deba ir a la dirección de la institución a retirar el título.


Es una emergencia mundial, ni siquiera podemos decir que es un problema nacional. Es mejor no pensar en lo que pudo ser y no será

Nicole Azócar, estudiante

“Es mejor no pensar en lo que pudo ser”

Nicole y Jean Pierre Azócar tienen 17 años y están a punto de graduarse. Él estudia en un liceo en la ciudad de Maracay del que egresarán 800 estudiantes. El 3 de julio es el último día de evaluaciones y después de eso les dirán cuándo deben retirar sus títulos. Corangel de Azócar, madre de Nicole y Jean Pierre, asegura que la institución no hará ningún acto de grado, pero quedará de cada sección la forma en la que quiera celebrar.

En el colegio en el que estudia Nicole, se graduarán 54 adolescentes. Hasta el mes de marzo, el grupo había hecho vendimias y eventos de recaudación de fondos para costear la fiesta de final de curso. Se reunieron 120 dólares que ahora deben repartirse entre las personas que participaron en las actividades.


ARISTÓBULO ISTÚRIZ, MINISTRO PARA LA EDUCACIÓN, ASEGURÓ QUE ENTRE EL 30 Y 31 DE JULIO SERÍA LA ASIGNACIÓN DE LOS TÍTULOS. SIN EMBARGO, NO HAY CERTEZA ACERCA DE LAS CELEBRACIONES O PROTOCOLOS


Aunque la directiva del colegio entregará los títulos durante actos con pocas personas, los graduandos esperan poder celebrar el logro con una reunión en casa de alguien de la promoción; pero no podrán asistir quienes tengan gripe o alguna afección como alergias respiratorias.

La imposibilidad de celebrar la graduación de quinto año de bachillerato es una situación desafortunada, sin embargo, Nicole se muestra en calma: “Yo no me voy a poner a darme golpes de pecho. Es una emergencia mundial, ni siquiera podemos decir que es un problema nacional. Es mejor no pensar en lo que pudo ser y no será”. Igualmente, cree, significará un logro importante.


LA CUARENTENA PULVERIZÓ LOS PLANES QUE EGLEIDY, DE 17 AÑOS, TENÍA CON SU PROMOCIÓN: UN DÍA DE PISCINA, CON MÚSICA Y MUCHA COMIDA PARA CELEBRAR EL FINAL DE UNA ETAPA IMPORTANTE