Un total de 411 personas de la tercera edad fueron asesinadas en 2019 según la ONG Convite A.C. Especialistas explican que en la actualidad son blanco del hampa tras ser dejados atrás por familiares que se vieron obligados a emigrar. La tierra donde esperaban vivir tranquilamente la etapa de retiro se ha convertido en un territorio hostil para estos ciudadanos
Estudios demuestran que los adultos mayores venezolanos se han convertido en blanco de la delincuencia, al quedar vulnerables tras ser dejados atrás por familiares que se vieron obligados a emigrar. En la actualidad, en medio de la crisis humanitaria compleja que vive el país, muchos de ellos reciben remesas o buscan ayuda de extraños para realizar compras o diligencias, acciones que representan un riesgo y que en oportunidades terminan en tragedia.
En 2019 la ONG Convite A. C. realizó una investigación sobre la violencia en el país en la que contabilizó 411 asesinatos de ciudadanos de la tercera edad. De estos, 183 fueron clasificados como muertes violentas por asfixia mecánica, arma blanca, arma de fuego y golpizas. Mientras que se conoció que el móvil principal de estos homicidios fue el robo. Según el informe publicado, casi todos estos decesos ocurrieron en la vivienda de las víctimas.
Carmen Julia Galindo Mora, de 69 años, forma parte de las estadísticas rojas de 2020. Ella fue asesinada y desmembrada dentro de su vivienda en el sector Los Rojas de El Guamacho, en el municipio Paz Castillo de Los Valles del Tuy. Las partes de su cuerpo fueron halladas en varios lugares de su casa, el pasado 20 de noviembre.
Estos índices de violencia se observan desde 2017, año en el que Convite A.C., que vela por los derechos de adultos mayores, registró que 499 personas de la tercera edad fueron asesinadas. El informe reseñó que 321 de estos crímenes fueron intencionales, los principales motivos fueron robo y flagelo, este último representó la causa de 200 casos.
Se asesina a un adulto mayor cada dos días en promedio. El móvil principal de estos asesinatos es el robo, porque muchos están viviendo solos
Luis Izquiel, experto en seguridad ciudadana
“Se asesina a un adulto mayor cada dos días en promedio. El móvil principal de estos asesinatos es el robo, porque muchos están viviendo solos”, detalló a El Pitazo el experto en seguridad ciudadana, Luis Izquiel.
Por otro lado, personas de la tercera edad que no tienen familia, pero que dedicaron su vida a algún oficio o profesión con el fin de obtener una pensión y asegurar una vejez digna también, sufren en la actualidad por su imposibilidad de conseguir recursos para subsistir.
Los ciudadanos que aspiraban a vivir sus años de retiro en paz fueron abandonados por un Estado que pasó de poseer la tasa de pensionados más alta de Latinoamérica (5.000.000 de beneficiados, según un informe especial publicado en 2019 por la Vicepresidencia de Maduro), a una institución que abandonó a los abuelitos que hoy en día rozan la mendicidad.
Tal es el caso de los hermanos Silvia Margarita, de 72 años, y Rafael David Sandoval Armas, de 73 años de edad, que fallecieron en octubre pasado desnutridos dentro de su apartamento en el conjunto residencial Villa II, ubicado en Puente Hierro, Caracas. El hombre era ingeniero y su hermana se jubiló del Ministerio de la Defensa en 1989.
Los delincuentes saben que ellos no tienen cómo defenderse, que muchos poseen comida y recursos
Gloria Perdomo, coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia
¿Qué los hace blancos principales?
Izquiel explicó que adultos mayores son víctimas más sencillas para los delincuentes por múltiples factores, entre los que se destaca el debilitamiento físico producto de la avanzada edad.
“No sólo nos referimos a los asesinatos, que es el delito más grave, ya que muchas veces son víctimas de hurtos y robos por la misma razón de vivir solos y porque tienen menor capacidad de defensa que una persona joven”, aseguró el especialista.
Al verse solos, los adultos mayores acuden a extraños para que les hagan compras. En ocasiones, familiares que están en el extranjero contratan a personas para que ingresen a sus viviendas a hacer trabajos domésticos o de construcción y jardinería.
“En el caso de los adultos mayores se debe impedir el ingreso de extraños a sus espacios. Además deben tener a la mano los teléfonos de los cuerpos de seguridad para que en caso de que observen alguna situación o sientan que tienen algún tipo de riesgo se comuniquen inmediatamente”, recomendó Izquiel.
El experto en seguridad ciudadana también exhortó a los adultos mayores a no informar a terceros de los objetos de valor o dinero que guarden.
Agresores son extraños y familiares
El lunes 23 de noviembre funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), adscritos a la delegación municipal Caña de Azúcar, en el estado Aragua, detuvieron a tres individuos que laboraban en una entidad bancaria por ingresar a cuentas de personas de la tercera edad, modificar los números telefónicos, y colocar los de ellos para gastar los bolívares a través de pagos móviles en diferentes establecimientos.
Una vez más, la vulnerabilidad de adultos mayores calzó con el blanco que busca el hampa. Para Gloria Perdomo, coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), personas de la tercera edad se vuelven atractivas para delincuentes cuando estos observan que “no podrán prestar resistencia, que están solas”.
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La investigadora apunta a que este tipo de conductas es propia de las ciudades, pero a la par de la agudización de la crisis económica y social en Venezuela, los estudios cualitativos realizados por el OVV confirman que en diferentes entidades se incrementó el número de víctimas de la tercera edad.
“Los delincuentes saben que ellos no tienen cómo defenderse, que muchos poseen comida y recursos. Eso los convierte en víctimas de un robo, les quitan las pertenencias. Están los que pasan con la moto para arrancarles la bolsa de comida, se fijan en esa señora o persona mayor que saben que no mostrará resistencia”, precisó Perdomo.
El OVV estudia también los niveles de violencia alcanzados dentro de hogares donde conviven adultos mayores con jóvenes. “En un país hostil donde no hay seguridad ni protección, hay otro tipo de violencia que los incluye. Una clase de violencia doméstica que se ha evidenciado de parte de jóvenes que incurren en el consumo de drogas y han causado lesiones a sus abuelos, muchas de estas han terminado en muerte”, especificó Perdomo a El Pitazo.
La abogada jubilada Solvey Useche, de 65 años, fue asesinada y calcinada por su nieta de 15 años de edad, el 1° de noviembre en la población de Colón, estado Táchira.
En el caso de los adultos mayores se debe impedir el ingreso de extraños a sus espacios. Además deben tener a la mano los teléfonos de los cuerpos de seguridad para que en caso de que observen alguna situación o sientan que tienen algún tipo de riesgo se comuniquen inmediatamente
Luis Izquiel, experto en seguridad ciudadana
La adolescente mató a su abuela en complicidad con su pareja luego de verse sorprendidos por ella en medio de un acto sexual dentro de la vivienda de la víctima. El reclamo de la sexagenaria desató la furia de la adolescente, que la golpeó hasta causarle la muerte.
“Estos hechos de violencia nos obligan a hacernos varias preguntas: ¿dónde está el estado social de derecho y de justicia consagrado en la Constitución como un deber de las autoridades garantizar la calidad de vida y oportunidades a la población? ¿Dónde están los programas de atención social, acompañamiento, apoyo psicosocial?”, reflexionó Perdomo.
En medio de un mar de interrogantes sobre el duro momento que le tocó atravesar a la generación actual de adultos mayores en Venezuela, aparece la necesidad de este grupo de llegar a la meta, que es finalizar la carrera de la vida. Unos la culminarán gracias a su astucia al no dejarse amilanar por la desidia, otros se irán en medio de la pobreza y sumarán una estadística, estos últimos habrán saldado la cuenta de vivir pero se convertirán en una deuda impagable para la memoria de país.
