[adinserter block="95"] [adinserter block="96"]
23.2 C
Caracas
jueves, 2 mayo, 2024
[adinserter block="95"] [adinserter block="96"]

En el 23 de Enero se habla más de bondades que de problemas

-

[adinserter block="18"]
[adinserter name="ADMANAGER | TOP 2"]

La comunidad, que es referencia de revolución para los caraqueños, cumple 61 años este 2019. Más allá de los ojos de Chávez, se levanta un gentilicio que baila salsa apasionadamente, disfruta en familia y aprovecha cualquier oportunidad para brindar una cerveza fría. Cuando un tema separa, no se habla más de él. En el 23, no niegan los problemas, pero se resalta la cultura, el deporte y la alegría

.

Al oeste de la capital venezolana se alzan 56 bloques y 38 edificios de 14 y de 4 pisos, respectivamente, obra del arquitecto Carlos Raúl Villanueva que fue construida entre 1955 y 1959. La Unidad Residencial 2 de diciembre pasó a llamarse Urbanización 23 de Enero cuando en 1958 Marcos Pérez Jiménez huyó a República Dominicana luego de 10 años de dictadura.

Tiene una población de 270.000 habitantes, de acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), 30 centros educativos, 38 ambulatorios, 12 infocentros y decenas de murales que muestran las caras de Hugo Chávez y Simón Bolívar.

[adinserter name="ADMANAGER | INREAD 1"]

Muchos la consideran una parroquia bastión del chavismo y la lucha armada que la izquierda llevó durante los años de democracia en Venezuela. Otros, la relacionan con la salsa brava y las cervezas frías.

En el 23 no niegan los problemas. Son alegres y combativos. El sábado 29 de diciembre de 2018, por ejemplo, vecinos de los sectores Libertad, Cajigal y El Observatorio del 23 de Enero trancaron la avenida Sucre a la altura de Miraflores para protestar por la falta del pernil navideño que fue ofrecido por Nicolás Maduro como parte de los productos que entregarían los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).

En la parroquia, además, se registró una de las 30 protestas que según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social sucedieron solo en Caracas luego de que se diera el alzamiento militar en el comando de Cotiza este lunes 21 de enero.

- Advertisement -[adinserter name="ADMANAGER | INREAD 2"]

Juan Contreras, director de la emisora Al Son del 23, reconoce que hay fallas con el servicio del agua, cada vez hay menos transporte y con cada día se incrementan las horas de espera por el gas doméstico.

Los problemas y las bondades dependen del cristal con que se le miren, como dice la canción Rubén Blades y Willie Colón. El 23 de Enero es más que colectivos, disparos y motorizados. Sus habitantes prefieren resaltar las bondades: el deporte, la cultura y la alegría de su gente. Y si la política los separa, entonces no se habla de eso.

Béisbol y familia: el plan de los fines de semana

Maritza va a los estadios del 23 de Enero desde que su hijo de 36 años era un niño y practicaba béisbol. Ahora, va por sus tres nietos que juegan para el equipo de los Osos. Ese domingo, el segundo de 2019, se enfrentan a Los Tiburones. En la parroquia hay tres estadios de béisbol, tres de softbol y dos de fútbol. Compartir los fines de semana en familia disfrutando del deporte más importante para los venezolanos ya es una tradición.

“Ese pitcher está bolero, tiene ganas de tomar tetero, en la casa de su abuelo”, es el cántico que gritan los niños cuando su equipo es el que batea. Ninguno tiene más de ocho años, aun así, siguen instrucciones, escuchan atentos a los entrenadores, cuidan sus cascos y bates. Luego del primer inning, el bateador regresa llorando porque no logró darle a la pelota. El entrenador le grita: “Aquí no se llora por no llegar a bases, ¿qué pasa? Seguimos adelante”.

En las tribunas, los papás gritan y aplauden en apoyo a sus hijos. El sol pega de frente, directo a las gradas, quema la piel y después de unos minutos se comienza a sudar, pero a nadie parece molestarle, el ánimo no baja.

Para Maritza, no falta nada: “Aquí está todo: la familia, los niños y el béisbol, ¿qué más quieres?”

El lugar en el que “Chávez vive”

Dicen que Hugo Chávez veía el Cuartel de la Montaña desde su balcón en el Palacio de Miraflores. O eso le decía siempre a Elizabeth Torres, quien lo acompañaba en cada visita que hacía al 23 de Enero y que ahora es la guardiana de la capilla que construyeron en Monte Piedad en honor a quien murió el 5 de marzo de 2013.

Sebastián llegó de Argentina para conocer el casco histórico de Caracas y, sobre todo, el Cuartel de la Montaña y la historia de Hugo Chávez. Es domingo y Sebastián está emocionado por entrar, comienza el recorrido con el entusiasmo de un niño que recibe los regalos de Navidad.

A las cuatro y veinticinco de la tarde se detona un cañón para recordar que “Chávez vive y la patria sigue”. Mariangélica, la guía, explica que desde allí se ve el balcón del pueblo, el argentino pregunta qué es.

–Es donde el comandante Chávez celebraba sus victorias con el pueblo.

Sebastián pide que le hagan una foto con Caracas de fondo. Comenta que es un sueño estar allí, está a punto de llorar, asegura.

En el centro del cuartel está la Flor de los Cuatro Elementos, una obra de Fruto Vivas que es el mausoleo en el que están los restos de Chávez. Cada dos horas, cuatro efectivos de la Guardia Nacional relevan a sus compañeros para hacerle honores. No se ven trajes verdes, visten de rojo, explica Mariangélica, porque así vistieron en la Batalla de Carabobo hace 197 años.

El lugar está lleno de Hugo Chávez, Fidel Castro, Ernesto Guevara y Simón Bolívar. Sobre todo, de Hugo Chávez: con niños, con ancianas, con sus hermanos, con su mamá, jugando béisbol, cantando música llanera y con Nicolás Maduro.

Es domingo y el museo no parece ser un lugar de interés. Además de Sebastián, quien posa al lado de cada foto de Chávez que mida más de un metro, no hay turistas; solo guardias nacionales. El silencio aturde, solo se escuchan los pasos de los guardias cuando cambian de turno y la voz de Chávez que proviene de un video proyectado en alguna de las salas.

Sebastián sale agradecido por el recorrido. Comenta que es una pena que los gobiernos de Venezuela y Argentina no tengan buenas relaciones ahora porque Mauricio Macri es un títere de Estados Unidos. Se encuentra con una bandera de su país en la capilla que cuida Elizabeth, ella le cuenta que allí estuvo Cristina Fernández de Kirchner y dejó una placa.

–Mi comandante amaba el 23 de Enero y aunque ya no esté con nosotros, él siempre estará aquí.

El 23 es música, alegría y fiesta

En la Casa Club Don Gato y Su Pandilla no se habla de política. Es viernes por la noche. Un hombre canta Siempre seré de Tito Rojas. Una pareja baila abrazada, mejilla con mejilla y barriga con barriga. Sus rodillas están muy cerca y los dos bailarines cantan la pieza mientras se mueven casi como un solo cuerpo. Hay pasión y entrega. Otro hombre va de un lugar a otro con cervezas en las manos; eso no le impide mostrar su talento para el baile. Bromea, se ríe, abraza a los que están llegando y busca más cervezas.

José Ramón Bracamonte, dueño del lugar, lo mira y le hace seña para que le haga el favor de buscarle una polarcita. Cuando la tiene en la mano la destapa, derrama un poco en el piso, para los ancestros, dice, y toma. Insiste: “Aquí no se habla de política”

Aquí es el bloque 15 de La Cañada, un sector de la parroquia en la que todos los viernes y sábados se reúnen los vecinos. José Ramón, o Don Gato como lo conocen, recuperó los espacios de la planta baja del bloque hace casi cinco años. Hay seis locales, pero en las noches solo funcionan el negocio de Don Gato y una licorería.

José Ramón no vive de las ganancias que le genera la venta de cervezas, no son muchas, asegura. Es abogado y tiene un bufete en el centro de la ciudad. Para él, la casa club es un regalo para su comunidad. Cuenta que el espacio se prestaba para el consumo de drogas y la violencia, además era normal conseguir restos de heces y orina todas las mañanas. Ahora, no se permite el uso de armas ni el consumo de estupefacientes.

El 23 tiene un no sé qué, dice Don Gato. Cree que es la alegría de su gente que, pese a las dificultades, tiene la capacidad de seguir luchando y sonriendo.

Las noches en la parroquia están lejos de ser lo que se cree fuera de ella. Ni toque de queda ni abandono. Desde La Cañada hasta Monte Piedad, cerca del Cuartel de la Montaña, las calles se llenan de sillas y mesas, carros con músicas, botellas de cocuy y anís, gaveras de cervezas y grupos animados que bailan, sobre todo, al ritmo de la salsa brava y el reggaetón. Eso sí, en el local de Don Gato, la música se acaba a las once de la noche, por respeto a sus vecinos.

No hace falta ser parte de la comunidad para recibir una cerveza o un trago de cocuy. Al parecer, todos son bienvenidos. La famosa redoma de los pepitos, al final de La Cañada, ofrece hamburguesas y perros calientes para los fiesteros hambrientos de la media noche. Se puede estacionar en cualquier lado de la calle y también se puede caminar con libertad.

Don Gato asegura que nadie se mete con nadie, muchos menos con los que hacen trabajo social, deportes o artes.
Señala la ventana de su apartamento, se queda mirando la estructura unos minutos; recuerda cómo fue perseguido a causa de sus ideales izquierdistas durante los cuarenta años de democracia en Venezuela. Nunca estuvo de acuerdo con los gobiernos, ni siquiera ahora. “Ya no hay conciencia política. Muchos de esos colectivos lo único que hacen es andar por ahí haciendo el mal. Dicen que tienen ideas revolucionarias y ni siquiera han leído a Marx o a Lenin”, se queja. Aunque no comulgue con todos sus vecinos, sabe que estarán allí si él llega a necesitarlos, igual él para ellos.

“El 23 es fiesta, alegría, familia. Además, siempre ha sido un bastión de lucha, una referencia para los revolucionarios”. Él no cambiaría el 23 por nada del mundo. Allí nació y creció. También espera morir ahí. Suena de fondo Todo tiene su final, de Héctor Lavoe, y José Ramón pide que le consigan otra cerveza.

[adinserter block="19"]
[adinserter name="ADMANAGER | MIDDLE 1"]
[adinserter block="79"]
[adinserter name="ADMANAGER | MIDDLE 2"]
[adinserter name="ADMANAGER | TOP 3"]
[adinserter block="78"]
[adinserter name="ADMANAGER | MIDDLE 3"]
[adinserter name="ADMANAGER | TOP 4"]
[adinserter name="ADMANAGER | MIDDLE 1"]
[adinserter name="ADMANAGER | MIDDLE 2"]
[adinserter name="ADMANAGER | MIDDLE 4"]
Ayúdanos a cubrir todo el país
Hazte Superaliado/a