En medio del decreto de aislamiento social para evitar la expansión del COVID-19 muchas personas han cambiado la dinámica para mantener sus negocios activos y generar ingresos. Hoy Día del trabajador mostramos en este trabajo cómo algunos venezolano luchan en contra de la adversidad económica y ofrecen servicios de catering, delivery, electricidad y carpintería

En tiempos de pandemia y cuarentena obligatoria muchos venezolanos dejaron de trabajar y de producir debido al receso de la economía nacional. Analistas de mercado y economistas han señalado que las más afectados han sido las pequeñas y medianas empresas que no tienen músculo financiero para pagar sueldos y salarios, mientras el país esté detenido. Otros señalan que más del 60% de la fuerza laboral venezolana trabaja por su cuenta, y por ello el decreto de distanciamiento social condenó a muchos a sobrevivir con pocos recursos y a reinventarse en el plano laboral.

El Pitazo entrevistó a cuatro emprendedores, quienes con creatividad e ingenio han reorientado sus actividades hacia la prestación de servicios a la colectividad. Sin gasolina sin electricidad y sin pleno abastecimiento de insumos y alimentos, el trabajo sigue. Contamos sus historias este 1° de mayo, Día del Trabajador:

Ernesto Rojas
Un técnico electricista todo terreno

Ernesto Rojas es técnico medio en electricidad, reside en el municipio Baruta, en donde tiene su taller y algunos de sus clientes. “El gobierno nos cerró a todos sin avisar, con la llegada del COVID-19. Se paró el trabajo y todos los proveedores de materiales para trabajar con electricidad están cerrados. Esta es la principal dificultad que enfrento, además de la falta de transporte. En estos momentos mi trabajo es cuesta arriba, pero sigo en contacto con gente que me pueda pedir un servicio. Me muevo en redes y con mi base de datos”.

En la actualidad, atiende emergencias eléctricas. “Siempre hay cosas que reparar en casa, y oficinas más aun con estos bajones de electricidad que se están produciendo en Caracas. En estas semanas de muy poco movimiento de vehículos, cuadro el transporte con mis clientes. Me buscan en mi casa, me llevan al sitio en donde debo trabajar y luego me regresan a donde vivo. Los clientes han sido comprensivos y no han puesto reparos en moverme hasta donde esté la emergencia. También me he movido a pie a trabajar en Baruta y en El Hatillo, la plata está en la calle y hay que buscarla”.

Rojas explicó que en estos momentos hay mucha incertidumbre. “Nadie sabe cómo va quedar el país luego de que se controle al coronavirus; tengo que seguir trabajando y generar ingresos pues tengo dos hijos y debo responder por ellos”.

Otro asunto que le preocupa es el movimiento del precio del dólar en el mercado paralelo, el cual ha sido muy volátil en las últimas semanas.

“Todos los insumos y presupuestos en mi área de trabajo se compran y manejan en dólares. Esto se suma al cierre de las empresas distribuidoras de repuestos. Cuando he necesitado una pieza, la busco en redes sociales o llamo a amigos y contactos. Hay quien vende cosas, no da garantía y ese es un riesgo que tengo que asumir. Es una enorme desventaja el hecho de que los negocios formales estén cerrados”, explicó.

Instagaram @electservcd

Carlota González Sucre
“Un dulce en momentos de ansiedad nunca cae mal”

La ingeniera Carlota González Sucre lidera un emprendimiento gastronómico especializado en postres desde hace cinco años. Comenzó su trabajo en la cocina de su casa y su negocio fue creciendo.

Antes de la cuarentena obligatoria contaba con algunos empleados. “En estos momentos seguimos activos, pero con capacidad reducida porque estamos trabajando sin personal por la falta de gasolina y por el contagio del coronavirus, sobre todo”, confesó González Sucre.

“De la casa pasé a un local donde armé un taller y opero desde allí pues tuve la previsión de equiparlo de mercancía antes de esta circunstancia. Estoy trabajando sola y de sol a sol. En este momento pienso que la materia prima para hacer los postres es un tema.

Afortunadamente tenemos un gran stock de las cosas básicas como mantequilla, leche en polvo, cacao, harina, chocolate y azúcar; sin embargo hemos tenido que reponer inventario de huevos. Afortunadamente los recibimos sin problema con todas las medidas sanitarias requeridas”, dijo a El Pitazo.

Sobre cómo distribuye la mercancía entre sus clientes, González Sucre comenta: “Siempre hemos ofrecido la modalidad de pick up y delivery. Nos hemos visto en la necesidad de aumentar el precio del delivery, pues no todos nuestros productos pueden entregarse en una moto y un carro consume más gasolina y cuesta más llenar el tanque con combustible que compramos en el mercado negro y es muy costoso”.

González Sucre aseguró que han tenido que tercerizar los envíos con personas especializadas en delivery porque no se dan abasto con tanta gente pidiendo productos.

“Tenemos disponibles casi todas las tortas menos las que tienen flores (no están llegando Caracas por tema de transporte) y las tortas con frutas las habíamos eliminado temporalmente del menú, sin embargo estamos retomándolas, pero vamos a optar por sacarlas una o dos veces por semana para lograr acumular pedidos”, destacó.

“Afortunadamente hemos podido seguir operando, y estamos echándole pichón en estos momentos. Hemos tenido que adaptarnos pero seguimos. Sabemos que aunque no somos de primera necesidad, incluso siendo alimentos, creemos que en estos tiempos de ocio y ansiedad, ¡Un dulcito nunca cae mal!”, finalizó González Sucre.

Instagram @Sucre.caracas

Luis Barboza
“Un buen carpintero siempre tiene trabajo”

Luis Barboza es TSU en construcción civil y carpintero profesional con 18 años de experiencia. También es editor de contenidos audiovisuales y es especialista en el programa Avid. Divide su día como carpintero en las mañanas, y como técnico en un canal de televisión por las tardes.

Dijo a El Pitazo que la disminución de la actividad económica del país restringió su trabajo en el canal de televisión. “Se está operando con lo mínimo y en estos momentos no voy al canal aun cuando espero volver pronto”, comentó.

En plena pandemia, está dedicado a sus labores como carpintero. Tiene su taller en La Pastora y asegura que aún posee material para trabajar. “Siempre estoy en contacto con mis clientes y han salido varios encargos. También he recibido mensajes de gente que me refieren las personas a las cuales he trabajado, hay que mover la lista de contactos para tener qué hacer y producir”.

Actualmente, Barboza trabaja en la elaboración de muebles para dos cocinas, además de varias reparaciones. “Antes del cierre, yo pedía el material al cliente y éste me lo traía al taller. Otras veces íbamos a los proveedores y los adquirimos. Como ahora todo está cerrado, estamos haciendo contactos personalizados con los comerciantes quienes tienen los materiales que necesitamos y cuadramos la compra directamente con ellos, le damos la vuelta a la situación”.

Barboza fija sus tarifas en dólares. “Recibo pago en divisas y en bolívares a la tasa de cambio del día. Los precios de los productos que hago (muebles, sillas, escritorios) no varían mucho. Los materiales e insumos los están cobrando en divisas desde hace un tiempo, así que me resulta más cómodo trabajar con dólares”.

De esta crisis le preocupa que no haya gasolina. “Esto impacta en mi trabajo, tengo que trasladar mi producción por toda Caracas. En este caso, llegamos a acuerdos con los clientes y buscamos la forma de hacer el traslado. Afortunadamente no se me ha caído ningún negocio por falta de transporte o gasolina”, indicó.

Agregó que toma las previsiones para llevar un día a la vez. “Mi negocio no se ha fortalecido con la pandemia y eso preocupa, yo en estos momentos tengo material de trabajo, pero no se sabe qué pasara a corto plazo. Por lo pronto me dedico a gerenciar el día a día y salir adelante. Trato de ser optimista en esta situación tan horrible”, puntualizó.

WhatsApp de Luis Barboza: 04127256314

Betty Guarepe
El delivery como opción

La microempresaria Betty Guarepe maneja servicios de catering personalizado en pastelería y repostería. Antes del confinamiento obligatorio trabajaba con desayunos y almuerzos empresariales y banquetes.

Con la cuarentena dio un golpe de timón en su emprendimiento y comenzó ofrecer sus servicios en modo delivery desde su centro de operaciones en los Palos Grandes, al este de Caracas, a varios sectores del municipio Chacao.

Guarepe hace sus recorridos a pie. “La falta de gasolina nos está afectando demasiado y decidí prestar servicios a quien necesite que le haga compras de productos de charcutería, embutidos, hortalizas, frutas, entre otros productos. También llevo mercancías a las casas de mis clientes, cumpliendo los protocolos de higiene establecidos”.

Comentó a El Pitazo que en estos tiempos de cuarentena obligatoria promociona su trabajo mediante redes sociales. “Un colaborador muy cercano quien vive en Chacao me ayuda con la promoción de los servicios y nos ha ido bien. Recibo pedidos todo el día, temprano por las mañanas hago las entregas a mis clientes, muchos de ellos son adultos mayores. Las tardes las dedico a hacer las compras de los alimentos”, contó.

A Betty le preocupa que la escasez de gasolina se agudice. “Temo que esto impida que haya distribución de mercancías desde el interior de Venezuela a Caracas y no haya alimentos suficientes para todos. Si los mercados no se surten esto sería un caos”.

Dice que en los últimos días ha habido desabastecimiento de algunos productos como la harina de trigo. “En estos casos, hablo con los clientes y buscamos otras alternativas antes de que yo haga las compras y el delivery”.

La emprendedora considera que el alza del precio del dólar en el mercado paralelo le ha impactado. “Subió mucho en poco tiempo y si sigue ese movimiento temo que algunos clientes se vean afectados. Esto está tocando el bolsillo de todos. Espero que esto pase lo antes posible y que se mejoren las cosas. Yo camino con gusto por Chacao con los pedidos, el calor y el son cosas superficiales en este momento tan difícil para el país”.

Instagram @OtroNivelGourmet