Caracas.- La emisión del decreto de Emergencia Sanitaria Nacional y la creación de un Consejo Nacional de Salud deben ser las prioridades de la transición sanitaria en Venezuela. Así lo refiere Gustavo Villasmil, médico internista, profesor universitario y ex secretario de Salud de Miranda.
Para el especialista, desde la perspectiva política el tema sanitario es prioridad. Para reafirmar su postura citó una encuesta de Datincorp del pasado mes de junio en la que se determinó que los principales problemas del ciudadano venezolano son la economía, con 26%; en segundo lugar, la salud, con 25%; y en tercer lugar, los servicios públicos, con 18%.
Durante el foro «Sanidad pública para una sociedad decente», realizado por Primero Justicia este sábado, 27 de julio, en la torre Credicard de Chacaíto, el médico destacó la necesidad de que el Plan País planteado por el Gobierno de transición maneje tiempos exactos de ejecución de medidas que lleven a la ciudadanía a sentir el trabajo que se está haciendo, mediante acciones puntuales que apunten a resolver sus principales problemas.
El médico recordó que «la mayor parte de las transiciones políticas suelen fracasar» y recordó los procesos de Nicaragua en 1990, de Ucrania en el año 2004 y el de la propia Venezuela en el año 2002. «Por eso hay que manejar la transición, y en salud no es la excepción, como un momento tecnopolítico en el que en las primeras 90 horas y los primeros 90 días se pueda materializar sensiblemente la acción sanitaria del nuevo gobierno», explicó.
Para lograr este objetivo, Gustavo Villasmil aclaró que es necesario generar la percepción de que se es gobierno, lo cual debe hacerse mediante acciones concretas: la emisión del decreto de Emergencia Sanitaria Nacional y la creación de un Consejo Nacional de Salud.
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«No tenemos tiempo para ingenierías institucionales… Con un decreto de emergencia sanitaria se crea un elemento que sirve de sombrilla para quien ejerza la transición y respalde sus actos administrativos», aclaró el también dirigente político, y recordó que la gente en los hospitales “no espera actas, sino acciones”.
Villasmil agregó que debe existir una única agenda sanitaria para la transición y que pasadas las primeras horas del Gobierno de transición debe rehabilitarse una red mínima de atención de segundo y tercer nivel y la creación de una lista de espera «para todos los que no pueden esperar». En este sentido, destacó que la prioridad es garantizar la atención mínima en urgencias, quirófanos, salas de parto y cuidados intensivos en 40 establecimientos de salud estratégicos que tengan una influencia poblacional del al menos 60%.
Villasmil indicó que materializar la acción sanitaria de un nuevo gobierno equivale a dotar de una «pentada básica» de equipamiento a emergencias, que podría costar 125.000 dólares por espacio. De la misma forma, apuntó a que es necesario movilizar desde ahora mismo equipos estatales que determinen quiénes son los enfermos, cuáles son los diagnósticos, en qué grupos de edad se encuentran, «para empezar a activar aliados institucionales y recursos económicos para gestionar una lista de espera».
«Con la transición no viene el niño Jesús. Entonces conviene recordarles a los sindicatos que no es la hora del contrato colectivo de nuestras vidas, porque este país no aguanta el alza de salarios; hay que recordarles a las clínicas privadas que no es la hora del mango bajito; al sector farmacéutico, que no está en la hora del batazo a la piñata; a los políticos, que no es tiempo de reclamar cuotas y a los tecnócratas, que no es momento de grandes ingenierías políticas y legislativas», acotó Villasmil.
