Politóloga: “El caos creado por el chavismo es el mismo que lo está sepultando”

La politóloga hizo un balance sobre cómo ha cambiado el chavismo, y su situación actual, después de cumplirse 30 años del 4 de febrero de 1992

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La intentona golpista del 4 de febrero de 1992 será recordada en la historia venezolana como el primer acercamiento de Hugo Chávez a la palestra pública nacional. Desde ese momento han pasado 30 años, pero para algunos hacer un retrato sobre cómo ha evolucionado el chavismo desde entonces no parece ser una tarea sencilla.

La politóloga Nehomaris Sucre no entra en ese grupo, pues se atrevió a dar su análisis en el Café con El Pitazo del 3 de febrero, titulado “¿Se debilita el chavismo después de tres décadas del 4F?”. El evento, realizado a través de WhatsApp, contó con la participación de 500 lectores.

Para Sucre, todo el caos que ha generado el chavismo alrededor de su estructura política, social y económica, es el mismo que lo está sepultando como ideología.

Sucre inició su exposición detallando que el golpe del 4F de 1992 no tenía únicamente como objetivo derrocar al gobierno de turno, sino hacerse con el poder y transformar la política en un acto de fuerza, una idea que se mantiene hasta hoy. Esto, debido a que “para el chavismo, la política se concibe como un proceso en el que intervienen la coacción, el uso de la fuerza y la violencia para mantenerse en el poder”.

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No obstante, la invitada destacó que aquel evento sufrió cambios inesperados que terminaron señalando a un solo actor por encima del resto. “Chávez no acató la orden de operación prestablecida por sus compañeros, que era tomar La Casona presidencial, sino que decidió desviarse al Museo Militar y rendirse sin combatir. Esto le permitió acceder a los medios y usarlos como plataforma para iniciar su escalada al poder”, resaltó Sucre.

La politóloga avanzó hasta 1999, año en el que Chávez logra acceder a la presidencia y analizó lo que fueron los primeros años del chavismo: “Se configuró como una ideología política gracias al apoyo masivo del liderazgo carismático de Chávez. Además, fue un gobierno que contó con el respaldo de la mayoría de Latinoamérica y estuvo marcado por privilegios significativos para los miembros de las FAN (Fuerza Armada Nacional), cohesión entre los partidos de gobierno y el acceso a divisas sin mayores restricciones”.

Para la politóloga, esto fue un caldo de cultivo perfecto que, sumado a los precios del petróleo, permitió que el chavismo viviese unos primeros años muy sólidos como ideología.

El chavismo de Maduro, una nueva era que se distancia de la anterior

No obstante, para la experta el panorama cambió en los últimos años, pues Nicolás Maduro no cuenta con la popularidad de Chávez y su entorno está lejos de ser el mismo. “La FAN se desmorona entre los salarios más bajos de la región y una deserción creciente, la comunidad internacional cuestiona el gobierno de Maduro, el mercado cambiario sigue restringido y la disidencia chavista va en aumento mientras alimenta a una nueva oposición”, detalló.

Además, agregó que el gobernante oficialista ha ido sustituyendo el proyecto chavista por uno basado en mayor miedo, coacción, amenazas y violencia. “Esto genera que su gobierno esté sostenido por el temor, pero al mismo tiempo crea grupos que buscarán sacarlo del poder, generando un estado constante de alerta que crea un círculo vicioso alrededor del uso de la fuerza”, subrayó.

Aparte, apuntó que Maduro no cuenta con la abundancia económica con la que contó Chávez y, aunque pretenda demostrar lo contrario, el chavismo actualmente atraviesa un escenario complejo con tensiones dentro del partido de gobierno, con la comunidad internacional y los ciudadanos.