Venezuela: Una economía que continúa zozobrando según el FMI

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EL PODER EN ESTE PAÍS


Por: Rogelio Guevara Cantillo

Las decisiones económicas en Venezuela siguen sin brújula. El comportamiento para este año 2021 continuará siendo negativo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hace pocos días se reajustó la unidad tributaria, se continúan emitiendo bonos en “solidaridad” al pueblo por parte de Miraflores para enfrentar la pandemia de COVID-19. Estos esfuerzos son efímeros. Al respecto, tuve la oportunidad de conversar con el destacado economista Jesús Casique sobre las últimas medidas económicas de Nicolás Maduro y las proyecciones del producto interno bruto, según el FMI.

Con relación al aumento de la unidad tributaria y si esta contribuye a mejorar las finanzas públicas del Estado, Casique considera que en ningún momento ayudará al país. Venezuela sigue reportando déficit fiscal y el último superávit que registró en la economía nacional fue en 2005, afirma Casique. El incremento de la unidad tributaria tiene que ser como lo dicta el código orgánico tributario, ajustarse por inflación. En un país con una inflación de 2.960%, según el Banco Central de Venezuela, el incremento de la unidad tributaria fue de bolívares 1.500 a bolívares 20.000, es decir, un aumento cercano a 1.230%. Por lo tanto, es un nivel inferior a la hiperinflación.

Si bien es cierto que se cumplió con la normativa del código orgánico tributario, según el artículo 131, numeral 15, dentro de los primeros 15 días del mes de febrero es que debe materializarse, hecho concretado pero realizado de forma extemporánea. Es una “obligación” legal para el Estado, pero esto no contribuye a las finanzas públicas. Venezuela tiene una brecha fiscal muy importante. La caída proyectada es de 10% y una inflación de 5.500%, quedando así mal posicionada en comparación con otros países de la región, actualmente el FMI reflejó que es la nación más pobre de América Latina, incluso más que Haití. De hecho, la inflación en países como Sudán, según proyecciones del FMI sería de 119,6% y Zimbabue de 49,4%, muy por debajo al caso venezolano.


Hace pocos días se reajustó la unidad tributaria, se continúan emitiendo bonos en “solidaridad” al pueblo por parte de Miraflores para enfrentar la pandemia de COVID-19. Estos esfuerzos son efímeros

Rogelio Guevara Cantillo

Casique no comparte la hiperinflación que reporta el Fondo Monetario Internacional. Cree que estaría en el orden del 1.450% anual. Hay que destacar que Venezuela cerró el mes de marzo con 40 meses de hiperinflación y en la medida que se continúe monetizando el déficit vía Banco Central de Venezuela a PDVSA y el Estado, el país va a continuar reportando un crecimiento en este índice. Hay que esperar hasta febrero de 2022 para determinar e inferir si salimos o no del escenario de hiperinflación que afecta a todos los venezolanos.

Hay puntos clave en el análisis de la hiperinflación venezolana, según Casique. En julio del año en curso vamos a igualar a Grecia. El país europeo transitó por 44 meses de hiperinflación, pero para el cierre del año, Venezuela va a terminar con una seguidilla de 50 meses. De suceder, quiere decir que Venezuela quedaría como la segunda hiperinflación en la historia económica con mayor magnitud a nivel mundial, únicamente superada por Nicaragua que atravesó por 63 meses en hiperinflación. El régimen no respeta el artículo 320 de la Constitución Nacional y, por ende, continúan los desequilibrios fiscales en el país.

Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en marzo la hiperinflación fue de un nivel de 9,1%. Bajo, pero ¿por qué fue bajo? Recordemos que fue el pago del impuesto sobre la renta para personas naturales y jurídicas, proceso que se lleva siempre en el primer trimestre de cada año y trajo también como consecuencia que el tipo de cambio no subiera de forma importante y volátil. Si se ven las cifras de la inflación acumulada en el año, sigue siendo preocupante. En efecto, la hiperinflación interanual de marzo 2020 a marzo 2021 es de 3.877% un exabrupto y se debe revisar la situación de forma estructural, enfatiza Casique. De hecho, para el observatorio el sector privado es el que mejor remunera al empleado. El salario mensual según este organismo para el sector privado es de 70,1 dólares y para el sector público de 4,7 dólares mensuales. En efecto, las previsiones del ente internacional para el desempleo de Venezuela son de 58,4% y 60,1% en 2021 y 2022, respectivamente.


En julio del año en curso vamos a igualar a Grecia. El país europeo transitó por 44 meses de hiperinflación, pero para el cierre del año, Venezuela va a terminar con una seguidilla de 50 meses

Rogelio Guevara

Con relación al comportamiento del producto interno bruto, el Fondo Monetario Internacional reporta una caída del 10% para 2021, aunque el economista Casique considera que realmente debería ser de -1,5% aproximadamente, pero ¿por qué? La contracción acumulada en estos últimos años con la llegada de Maduro es cercana al 83% y es muy alta, lo que pone al país prácticamente en el foso. Las economías no tocan fondo, pero siempre hay algún nivel de actividad, recalca Casique.

Según cifras del FMI, el PIB de Venezuela en 2012 arrojaba unos 352.191 millones de dólares. En 2013 comenzó la caída. Hoy en día se estima en apenas unos 42.530 millones de dólares para el cierre de 2021. Es una economía “enanizada”, destaca Casique. En términos per cápita, el producto interno bruto por habitante era de 8.695 dólares en el año 2013. Hoy estamos cercanos a países como Haití, Nicaragua, Honduras, Bolivia o Cuba, con un PIB per cápita de 1.541 dólares. Es decir, que la producción nacional está a niveles de naciones como Camerún, Zimbabue o Benín, enfatiza el experto.

En efecto, la discordia política ha hecho que el FMI no otorgue a Venezuela cerca de 5.000 millones de dólares en derechos especiales de giro porque no reconoce al régimen de Maduro como legítimo representante. Todo esto ocurre en una senda de incertidumbre signada por un futuro oscuro en materia de erradicación del COVID-19. Las tres cámaras empresariales de mayor influencia y prestigio en el país como Fedecámaras, Conindustria y Consecomercio han instado en muchas ocasiones a Miraflores a considerar un plan complementario de vacunación donde la empresa privada colabore firmemente. A pesar de esta propuesta positiva, la respuesta de Maduro fue: “Estoy tratando con un nido de víboras”. Aciaga realidad venezolana.


ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo

Analista del poder y economía en Latinoamérica.