EL PODER EN ESTE PAÍS
Por: Rogelio Guevara Cantillo
El régimen contraataca. Al parecer las negociaciones por la libertad de Venezuela no rinden frutos y el gobierno de Nicolás Maduro no desea liberar al pueblo venezolano, porque la liberación ciudadana implica su caída, su perdición. En días recientes los habitantes de Cuba han manifestado en las calles de la isla del Caribe su deseo de libertad.
Con relación a este tema y la atribulada realidad política venezolana, conversamos con el politólogo Enderson Sequera de la Universidad de Carabobo, especializado en marketing y comunicación política y director de la firma de análisis Politiks, sobre los últimos acontecimientos con el intento de secuestro al presidente interino Juan Guaidó, detención arbitraria del líder opositor Freddy Guevara y la persecución a líderes opositores del partido político Voluntad Popular.
¿Qué ha salido mal en las negociaciones entre el régimen y la oposición para llegar a este punto? Nos comenta Sequera que el problema de estas negociaciones es la asimetría de poder y los incentivos entre las partes. Por un lado, el chavismo se sienta en la mesa con todo el poder y con una inercia de victorias que le han permitido desplazar a la oposición, debilitando su liderazgo y disminuyendo la probabilidad de una transición a la democracia en el corto plazo.
Por otro lado, la oposición se sienta en la mesa con poco que ofrecer. En concreto, lo único que podría ofrecer al chavismo es ser intermediario ante la comunidad internacional para el levantamiento de sanciones. Al ser tan grande la asimetría de poder y al tener tan pocos incentivos, la zona de acuerdo posible entre las partes es muy reducida, lo cual hacía previsible que estas negociaciones no llegaran a buen puerto, como en efecto está sucediendo, afirma Sequera.
¿A quién no conviene una negociación entre el madurismo y la oposición?
Si el objetivo es una transición a la democracia en Venezuela, no es sensato ir a unas elecciones de gobernadores y alcaldes en noviembre de 2021. No es oportuno participar en unas elecciones regionales que no tienen garantías de integridad electoral. El chavismo secuestra, persigue y hostiga a líderes de oposición. Considera Sequera que la posición de la comunidad internacional tendrá, a su vez, influencia en la decisión de participar o no.
Desde su fundación, Voluntad Popular ha sido un partido que ha enfatizado la importancia de la protesta y la manifestación popular como un mecanismo para exigir los derechos de los venezolanos. En 2014, Leopoldo López dirigió el movimiento “La Salida” y fue encarcelado. En 2017, Freddy Guevara fue el principal vocero que convocaba a las masivas protestas que se dieron en el país y terminó refugiándose en la embajada de Chile y esta semana fue presentado en tribunales.
Está en puertas un juicio ante la Corte Penal Internacional. ¿Por qué debería negociar el régimen? Sequera explica que, precisamente, es para evitar que el juicio en la Corte Penal Internacional llegue a una sentencia firme. La lucha contra un régimen autoritario se trata de hacer dos acciones: aumentar sus costos de permanencia en el poder y disminuir sus costos de salida. “Dicho de otra manera, debe ser muy costoso para el régimen pasar un día más en el poder y muy barato abandonarlo”, afirma Sequera.
Uno de los factores clave de la negociación y de cualquier proceso de reinstitucionalización en Venezuela son las garantías. Estas deberían asegurarle al chavismo que, una vez llegada la oposición en el poder, no se desatará una especie de cacería de brujas. Prosigue Sequera que Juan Guaidó y el G4 están al tanto de esto y han incluido el tema de las garantías en el denominado “Acuerdo de Salvación Nacional”.
Usar la carta del juicio ante la Corte Penal Internacional como una herramienta en la negociación puede darle una oportunidad a la oposición para lograr una transición a la democracia. Sin embargo, lo que ha ocurrido en los últimos años es que el costo de permanencia en el poder del chavismo sigue muy bajo y el costo de salida, el costo de abandonar el poder, es casi infinito para sus jerarcas. Si esa correlación no cambia, no habrá transición, concluye Sequera.
La salida a la crisis política: elecciones generales
Cuba, Venezuela y Nicaragua tienen una relación y cooperación muy estrecha. Comparten información, asesoría en inteligencia, relaciones internacionales, recursos económicos y know how. En concreto, Cuba aporta la inteligencia política y estratégica y Venezuela coloca los recursos económicos. Con las protestas en Cuba, se pone en riesgo la permanencia en el poder de los regímenes de Venezuela y Nicaragua.
Por eso, una de las razones por las que el chavismo decide accionar ahora contra el diputado Freddy Guevara y otros, es para desviar la atención internacional de las protestas en Cuba y cambiar la agenda en la opinión pública. Estos tres regímenes dependen de Cuba para su supervivencia política, no pueden permitirse tener tres frentes abiertos y en consecuencia, harán lo que sea para estabilizar la situación en La Habana, debido a que una La Habana estable ayudará a tener una Caracas y una Managua estables.
En las negociaciones, lo único que quería el chavismo era el levantamiento de sanciones. Habían hecho una gran campaña, nacional e internacional, para promover este levantamiento, incluso jugando con el chantaje humanitario. A medida que se dieron los primeros contactos, el chavismo notó que no se iban a levantar las sanciones a menos que dieran pasos concretos hacia la democratización y cómo estos pasos ponen en riesgo su permanencia en el poder, deciden abandonar la mesa.
El fracaso de las negociaciones en Venezuela era previsible. Por un lado, el chavismo siente que no tiene nada que negociar más allá de las sanciones. Por el otro, la oposición no tiene mucho que ofrecer. El principal obstáculo para una negociación en Venezuela es el chavismo. El principal afectado al descartar las negociaciones es el pueblo venezolano el cual va a seguir sufriendo las consecuencias de un régimen autoritario.
ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo
Analista del poder y economía en Latinoamérica.
