Por: Rogelio Guevara Cantillo
La gasolina de procedencia iraní y comprada por Venezuela fue capturada por los Estados Unidos en los buques Bella, Bering, Luna y Pandi. El día 18 de agosto, Biyan Zanganeh, ministro de petróleo de la República de Irán, tuvo que reconocer que la gasolina de su país vendida a Venezuela fue confiscada por la administración Trump. Previamente, el día 13 de agosto, el embajador de Irán en Venezuela, Hojat Soltani declaraba: “Otra mentira y guerra psicológica de la máquina de propaganda de Estados Unidos. Los barcos no son iraníes, ni el dueño, ni su bandera, no tienen nada que ver con Irán”. Así mismo agregó: “El terrorista Donald Trump no puede compensar su humillación y derrota contra Irán con falsas propagandas”. El presidente iraní, Hasan Rohaní, denunció que Estados Unidos tras su fracaso en el Consejo de Seguridad de la ONU para prorrogar el embargo de armas contra Irán, diseñó esta mentira. La verdad es que estas declaraciones de Soltani y Rohaní vuelven a demostrar el talante falso de los regímenes de Irán y Venezuela.
El ministro iraní, Zanganeh, dijo que la gasolina era originaria de Irán, pero le pertenecía a Venezuela, que ya la había comprado y pagado. Al día de hoy, Nicolás Maduro ni Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se han pronunciado al respecto; en lo personal dudo que hoy no se hayan dado por enterados de este hecho y de las declaraciones de Zanganeh. Irán, con las palabras de su ministro, simplemente protegió la espalda de su país y dejó a Maduro solo ante esta nueva crisis. El régimen de Irán no enviará nuevamente en el corto plazo nuevos cargamentos de gasolina, ni devolverá el dinero a Venezuela. Dicha pérdida tiene que ser asumida por Venezuela. Maduro y su régimen tuvieron que presionar a Irán lo más seguro una vez ocurrida la incautación, para obtener ayuda y resarcimiento por este hecho, a lo que Irán respondió a Miraflores dejando claro que los “intereses” del país persa están, primero que nada.
¿Cómo le explicarán esto a los venezolanos? ¿Por qué guardan silencio? ¿No saben como darle la cara al país? Irán no enviará más cargamentos a menos que Maduro asuma los riesgos de posibles pérdidas en caso que la administración Trump confisque los mismos nuevamente. La mercancía que se traspasó es venezolana y por las sanciones de Estados Unidos se ejecutó, sentando un precedente en la industria petrolera. Irán no está dispuesta a perder en esta operación o futuras y, por costumbres de negocios, es poco probable que regrese el dinero que se utilizó para pagar.
El ministro iraní, Zanganeh, dijo que la gasolina era originaria de Irán, pero le pertenecía a Venezuela, que ya la había comprado y pagado. Al día de hoy, Nicolás Maduro o Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no se han pronunciado al respecto, en lo personal dudo que hoy no se hayan dado por enterados de este hecho y de las declaraciones de Zanganeh. Irán, con las palabras de su ministro, simplemente protegió las espaldas de su país y dejó a Maduro solo ante esta nueva crisis
Rogelio Guevara Cantillo
Para el régimen iraní, no es una victoria de los Estados Unidos, ya que enfatizan que ninguno de los barcos les pertenece, pero para enaltecer su “honor”, Irán recalca que el gran perdedor es el régimen de Venezuela y no ellos, es decir, Maduro. Esto se suma a una serie de penosas derrotas del régimen en los últimos días, como la pérdida de tres buques petroleros (Junín, Boyacá y Carabobo) y posiblemente un cuarto, el Ayacucho en manos de Petro China, el desastroso derrame petrolero en las costas de Falcón y Carabobo con ambiguas explicaciones por parte del ministerio de ambiente y silencio absoluto de Petróleos de Venezuela, y las permanentes caídas y fracasos imposibles de ocultar en los complejos refinadores. A duras penas se habla de unos 30.000 a 40.000 barriles de producción de gasolina diarios en el más esperanzador de los escenarios, en una Venezuela sumida en depresión económica, con un ejercicio económico 2020 perdido como el resto del planeta y a pocos meses de la temporada navideña, que asoma un semblante sombrío y de poca reactivación comercial en medio de postergación de planes personales, familiares o empresariales de cara al año 2021 que tampoco muestra expectativas positivas.
Hoy en día, además de la decepción que es Pdvsa, en otros tiempos, una corporación respetable por su alto profesionalismo en la industria, tenemos los fracasos de la contaminación del ambiente en Venezuela. En palabras del diputado Andrés González de la Asamblea Nacional: “Contaminación atmosférica, contaminación de ríos, mares, costas y parques nacionales no escapan a las atrocidades de los derrames de productos derivados de su mala gerencia. Esta pasada semana 25 mil barriles derramados en las costas de Falcón y Carabobo, otros tres derrames este mismo año en Anzoátegui, desde hace seis años derrames continuos en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, cientos de mechurrios en Monagas, descargando 1.600 millones de pies cúbicos de gas a la atmósfera anualmente”.
ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @rogeliogcmundo
Especialista en comercio internacional