Como fanática del cine de terror les puedo asegurar que he visto MILLONES de películas de este género y que, con el paso del tiempo, me he enamorado y me han roto el corazón muchísimas cintas de horror. En los últimos cinco años he tenido más decepciones que alegrías con este género. Aunque asustar no es una tarea sencilla, tampoco la veo muy complicada: James Wan lo ha logrado con películas como El Conjuro 1 y 2 e Insidious 1, por eso mi fe cuando vi que Malignant era una película realizada y escrita por él. Sin embargo, me llevé una clara decepción.
Malignant es una cinta que cuenta la historia de una mujer que, tras ser atacada por su esposo, comienza a tener visiones de asesinatos que están ocurriendo por su ciudad, pero todo puede ser peor que una pesadilla.
Con un inicio bastante confuso y unos créditos bastante grotescos, comienza una cinta que te tendrá confundido en todo momento y que su desenlace no será el indicado para recordarla como una buena película de terror.
Esta historia se basa en la misma realizada por James Wan y su esposa Ingrid Bisu (quien también cuenta con una participación) sin embargo, se enfoca en resaltar el maltrato de la mujer, pero además, los problemas psicológicos que no son tratados desde temprana edad.
La manera cómo está realizado el guión es confuso, un poco incoherente en muchos momentos y con tintes del cine serie B.
Cine Serie B: Este es un tipo de cine de muy bajo presupuesto que se usó mucho en la era de oro de Hollywood, este tipo de cine se caracterizaba por ser ignorado por los críticos, en el género de terror puede llegar a ser tan incoherente como grotesco y a pesar de que hay muchas películas rescatables del género, son muchas más las que son detestadas por los profesionales de la crítica de cine.
Aunque hay cosas que rescatar de esta película, como el excelente diseño de producción que permite adentrarte en la atmósfera incómoda de la historia y que, a pesar de estar enfocada en una moderna ciudad de Seattle, se siente como si no fuera de este mundo. Esto es algo muy logrado y que otros realizadores del género podrían copiar para lograr una atmósfera más terrorífica en la actualidad.
Por otro lado, rescato la dirección de Wan. No queda dudas de que este es un hombre talentosísimo que logra plasmar en la pantalla toda su visión y transmitirla por todo lo alto, logrando un cometido asombroso.
Sin embargo, son más los detalles que no disfruté de la cinta: las actuaciones, sobre todo la de la actriz principal Annabelle Wallis, son flojas. No logran transmitir lo necesario. Luego tenemos personajes secundarios que aportan poco a la historia y que tienen acciones que sencillamente te hacen preguntar: “¿Será que nadie piensa que eso NO tiene lógica?”.
Al final, lo que piensas es que esta cinta busca burlarse de un género que está en la tumba y que, al parecer, nadie quiere intentar revivir. El terror es uno de los géneros más olvidados del cine, sabemos que en la actualidad hay muy pocas cosas que nos puedan asustar realmente, aún más cuando eres fan del género porque básicamente lo has visto todo, pero la fe no se pierde. Esperemos que en octubre –el mes de terror por ley– podamos encontrar una gran cinta del género.
Odalin Martín | @OdaMM
Escritora, crítica de cine y presentadora de televisión.
