Los añicos de una oposición política

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Por: Rogelio Guevara Cantillo

El país clama hoy un cambio de liderazgo opositor inmediato. Pareciera que la mayoría de la oposición venezolana ha caducado y, desde 1999, muchos de ellos han visto imposible “reinventarse”. Hay ciudadanos que ven el evento electoral como una gran catástrofe, como si no existiera futuro y lamentablemente pareciera que es así. 

Lo negativo de este suceso del domingo 21 de noviembre es que desconecta cada vez más a los venezolanos del régimen y y de la oposición política. Millones de venezolanos ya no creen en los políticos, y lo peor es que su día a día está plagado de penurias económicas, sociales y humanas. ¿Qué puede hacer el liderazgo opositor y la ciudadanía para cambiar esta realidad? Una pregunta sin aparente respuesta.

La oposición en el país solo logró ganar 3 de 24 entidades. En los casos del Zulia y Nueva Esparta, gana Manuel Rosales y Morel Rodríguez, respectivamente, los “eternos” líderes opositores en dichas entidades. Aunque muchos defienden su coraje, observamos que no hay liderazgos nuevos capaces de sustituirlos, algo que se criticó mucho en la “Cuarta República” y que hoy en la “Quinta República” se ve más afianzado que en la anterior.

¿Qué ocurrirá próximamente en la política opositora de Venezuela? ¿Se pedirá un cambio de líderes opositores en futuras mesas de negociación? ¿Continuarán exigiendo levantamiento de sanciones económicas? Han pasado cerca de 23 años de hegemonía socialista con sus altos y bajos y aun en la oposición hay dudas y disputas sobre si hacer primarias en procesos electorales de este tipo. Grave para el ciudadano que es quien sufre. 

En el mejor momento de los últimos años, la oposición solo ha ganado 5 gobernaciones en 2008 y 2017 y obviando la elección parlamentaria de 2020, los comicios municipales y regionales del pasado domingo 21 de noviembre son las elecciones con menor participación en los últimos 21 años. Venezuela sigue perdiendo tiempo. Los únicos ganadores son el régimen de Nicolás Maduro y compañía, que siguen en el poder y corriendo el tiempo para su “salvación” en la Corte Penal Internacional.  

Los grandes perdedores es la mayoría de los ciudadanos en Venezuela, pero en especial toda la estructura opositora en Venezuela que vive tan desconectada de la realidad nacional como el régimen enclaustrado en Miraflores. La actual oposición se va desvaneciendo poco a poco y perdiendo uno de los elementos más importantes para cualquier político: la credibilidad en sus acciones. 

Muchos creen que el problema es solo electoral, y que con unificación de candidaturas se pudo evitar que la oposición se hiciera añicos y sufriera esta humillación histórica. Hay quienes sostienen que la abstención sí afectó y otros que no, lo que no se puede dudar es que hoy en día existe una gran apatía y desmotivación por los partidos políticos tanto de los partidos del régimen, así como de la oposición. 

A pesar de las críticas, debemos recordar que también la abstención es una forma de participación ciudadana, ya que, con la inacción, demuestras a los “líderes” políticos que no creen en ellos. El principal movilizador en Venezuela es la expectativa de cambio, de que se lograran victorias, así sean pequeñas, pero que al menos se avance. Hoy en día la mayoría de los venezolanos se han resignado a un panorama lúgubre.   

Es momento de asumir responsabilidades. Hay que rectificar, pero en realidad, actuar por Venezuela. El país necesita “estadistas”, no politiqueros oportunistas dispuestos a luchar a muerte con sus compañeros políticos por unas migajas que ofrece el régimen de Nicolás Maduro, migajas de por sí que el mismo régimen tiene el poder de quitar en fracción de segundos. A pesar del poder de sobornos y extorsiones de Maduro, cada vez va perdiendo más seguidores. 

De los resultados del domingo 21 de noviembre surgen algunas preguntas. ¿Será Manuel Rosales el próximo candidato presidencial nuevamente? ¿Intentarán arrebatar por ejemplo la gobernación del Zulia a Rosales, así como hicieron con Juan Pablo Guanipa? ¿Deberían muchos “líderes” políticos de oposición retirarse y dedicarse a otras lides? Con estos resultados, Nicolás Maduro no querrá revivir o darles importancia a las negociaciones de México. Los alcaldes electos de oposición, ¿recibirán sus respectivos recursos de ley o les asignarán un protector al municipio que no esté en manos del régimen? 

Los ciudadanos nuevamente se sumergen en su vida para tratar de sobrevivir en una Venezuela con oportunidades para pocos. El sector empresarial goza más que nunca de credibilidad y poder en la sociedad venezolana. ¿Cómo quedará la influencia de Juan Guaidó entre los venezolanos? Con las gobernaciones en manos del Partido Socialista Unido de Venezuela ya no deberían existir problemas de agua, electricidad o gas en los próximos años.


ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo

Analista del poder y economía en Latinoamérica.

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