La propagación de la Fe

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Por: Gloria Cuenca


La propaganda es una actividad destinada a “lograr adhesión a una ideología, una teoría política, un candidato presidencial o cualquier otro cargo, con fines ideológico-políticos”. Se ha señalado a San Ignacio de Loyola como el creador de esta actividad, al constituir los Colegios de Propagación de la Fe.

Esto ocurre durante el período de la Reforma —nacido en Alemania, en el siglo XVI—, para contrarrestar la enorme popularidad que los reformistas habían logrado. Es mediante esa propagación del pensamiento cristiano-apostólico-romano que este santo, quien había empuñado las armas y alcanzado la cima de la estimación, después de organizar y estructurar a la Compañía de Jesús (los Jesuitas), que logra que surja la propaganda. Son famosos sus Ejercicios Espirituales, que también expuso para su mayor conocimiento y la necesaria vida cristiana.

Después, como otro gran genio de la propaganda, aparece Vladimir Lenin. Resulta sorpresivo, y es quien hace uso de toda una simbología propagandista que representa al comunismo de manera integral: la Hoz y el Martillo, además del color rojo. La propaganda comunista, a poco de la Revolución Rusa de 1917, se expande de manera reveladora, por su fuerza.

Cuando los países occidentales comienzan a darse cuenta de lo que implica esa propaganda marxista, ya se ha expandido bastante. Luego, será adversada por el nacional socialismo, y serán Hitler y Goebbels, entre otros, los encargados de la contraofensiva hacia los comunistas, pero haciendo uso a su vez, de una propaganda maléfica.

La Cruz Gamada será el signo del nazismo y aterrorizará al mundo, con especial intención de animadversión contra los judíos. Los demócratas del mundo observarán con verdadero espanto las dos posibilidades, comunismo y nazismo. Surge una estrategia sólida, y así logran vencer al agresivo nacionalsocialismo. El comunismo dará más pelea y se prolongará hasta 1989, cuando cae el Muro de Berlín y, en 1990, al desaparecer la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

Sin embargo, si bien el nazismo ha sido derrotado en el mundo, el comunismo resurge permanentemente a través del llamado Foro de Sao Paulo y de la Conferencia de Puebla. Después de haber sido eliminados a la caída de la URSS, los partidos comunistas europeos, poco a poco, se empiezan a reagrupar y vuelven con sus planteamientos de utopías cerradas.

Hubo otro genio de la propaganda, ruso de origen, quien explicó hasta el cansancio “para que la propaganda sea efectiva tiene que tener una base de verdad”. Se puede hacer la mejor campaña del mundo, pero si lo que se dice no es veraz, la gente termina por no creerlo. Tiene que existir una correspondencia entre la necesidad sentida por parte del ciudadano y lo que se le ofrece como propaganda.

Observamos que hay un verdadero sentimiento entre nuestra gente de no creerle nada a las consignas, menos a la propaganda del régimen. Claro, anuncian por ejemplo “Venezuela será una potencia” y hasta el más humilde e ignaro de los habitantes se pregunta de inmediato, “¿potencia sin gasolina?” “¿Cómo es eso?” La supuesta revolución daría comida a todos. ¿Qué hay? Hambre y miseria en todos los niveles, con una clase media arruinada y los sectores más necesitados en peor situación que antes.

¿Cómo hacer una buena cuña propagandista con este tipo de elementos circulando? Con el reciente desastre del Banco Venezuela, se han hecho y dicho toda clase de comentarios, algunos jocosos y burlescos, otros de lamentación. La gente se ha desesperado por casi una semana sin poder utilizar su poco y escaso dinero. ¿Será que suponen que todos somos tan tontos para seguir creyendo sus mentiras y falacias? ¿Hasta cuando? Ahora, supuestamente, vamos por el bolívar digital; no hay dudas que correrá el mismo camino del bolívar fuerte y del soberano. ¡Dios mío! ¿Hasta cuando?   

GLORIA CUENCA | @editorialgloria

Escritora, periodista y profesora titular jubilada de la Universidad Central de Venezuela.

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