La entropía: analogía de un desorden de gobierno social y político

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Por: Marcos Hernández López

El significado de entropía deriva de la termodinámica según la cual los sistemas tienden a proceder hacia un estado de caos y desorden. En el paradigma de la psicología este concepto describe la cantidad de incertidumbre y desorden que existe dentro de un sistema. Ahora bien, para entender qué es la entropía social articulada a lo político, lo primero que debemos comprender es que es una medida del desorden o la particularidad de ciertas combinaciones. 

Es incuestionable, Venezuela se ha transformado en un gran desorden. Si hablamos en términos científicos, esto es lo más parecido que ocurre en la sociedad venezolana. El socialismo del siglo XXI está en su etapa compleja, pero no para su transición sino que tiene todas las intenciones de perpetuarse en el poder central. Uno de los problemas fue que la mayoría de los venezolanos se negó en su momento a creer la magnitud y trascendencia del problema. 

Evidentemente, la sociedad venezolana permanece en un estado de entropía porque no funciona, sus individuos viven de una manera disociada a la realidad convirtiéndose en un colectivo muy obediente, sometido a los ideales de la revolución. El comportamiento de los venezolanos es la clara muestra de la ausencia de gobierno dentro de la sociedad que se creía tener. Actualmente la realidad es conmovedora al ver a mujeres, hombres, ancianos y niños haciendo largas colas para poder adquirir un producto de la canasta básica que tiene dos características: una es porque se consigue el producto que escasea y la otra es por su precio regulado.

Por ejemplo, mientras Maduro esté en Miraflores o en su búnker ubicado en Fuerte Tiuna, es difícil o imposible acabar con la entropía en los desequilibrios de la macroeconomía. La pieza en el ajedrez político para destrancar el juego es la voluntad política enlazada a la comprensión de la complicación de la aguda crisis. Es un axioma, las estrategias populistas del gobierno bolivariano no han sido tan efectivas para canalizar la cantidad de demandas socioeconómicas de la mayoría de los venezolanos y mantener un orden social, no un control social. Son 22 años apuntalándose con un populismo salvaje, activado en muchas misiones que se han movido por varios niveles hasta llegar a un neopopulismo tan ineficiente como en sus prácticas iniciales, siempre orientado a mantener el poder central sin importar sus costos económicos, políticos y sociales.


Evidentemente, la sociedad venezolana está en un estado de entropía porque no funciona, sus individuos viven de una manera disociada a la realidad convirtiéndose en un colectivo muy obediente, sometido a los ideales de la revolución

Marcos Hernández López

En la dinámica de la entropía, la crisis acelera la llamada fase caótica. Ya la población venezolana comienza a reunirse de manera espontánea, y los que ya están en un estado de exaltación, reconocen su afinidad y empiezan a formar grupos y otros comienzan a protestar y rebelarse contra el régimen de Maduro. Esta realidad hace que se reagrupe la sociedad civil y política, abriéndose así una fase anárquica. 

Actualmente la sociedad venezolana transita por un desorden social. Se evidencia en su realidad una revolución llena de políticos populistas y demagogos, explotadores de los sueños de los más pobres que aún mantienen la llama en la concreción del sueño proto Estado Comunal como el milagro esperado por Maduro. Venezuela es un país que si hacemos una caracterización lograremos conclusiones inmediatas con una analogía reveladora con Somalia y otros países africanos, donde reina todo tipo de ineficiencia, corrupción, violaciones y perversidad.

La verdad verdadera, Nicolás Maduro se encuentra atrapado en su propio laberinto, pero no se da por vencido y asegura que esta revolución es eterna y no están dispuesto a entregar el poder… Ho Chi Min decía que “una cosa se dice hacia afuera y otra se dice adentro”. ¡No todo está perdido! Si los ciudadanos venezolanos se organizan como una sociedad civilizada y no enfocan el problema de cómo mantener las migajas del populismo revolucionario, sino en quien los tiene pasando necesidades, y entre todos determinan cual es la causa se pueden fijar una en común: la libertad.

MARCOS HERNÁNDEZ LÓPEZ | @Hercon44

Sociólogo, docente universitario | PhD Gestión de Procesos | CEO Consultora Estudios de Opinión.