Frédéric Bastiat en Venezuela (I)

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EL PODER EN ESTE PAÍS


Por: Rogelio Guevara Cantillo

Frédéric Bastiat fue un economista, político y pensador liberal francés (1801 – 1850). Desarrolló un pensamiento caracterizado por la defensa del libre comercio y la oposición al socialismo y al colonialismo. Bastiat nació en Bayona, el 30 de junio de 1801. Su padre, Pierre Bastiat, era un importante hombre de negocios.

Su obra maestra fue “La Ley” y la idea primordial en las obras de Bastiat es que el libre mercado es inherentemente una fuente de «armonía económica» entre los individuos, siempre que el gobierno se limite a proteger vidas, libertades y propiedad de los ciudadanos. Una de las ideas más relevantes de Bastiat es donde explica “La falacia de la ventana rota”, que consiste en que para determinar si una medida es positiva o negativa, han de observarse sus consecuencias a largo plazo.

El pensamiento de Bastiat es individualista y liberal que defiende consistentemente la libertad del individuo frente a toda autoridad. Son numerosas sus cartas haciendo referencia a los célebres economistas Adam Smith, padre de dicha ciencia y autor de obras como “Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones” (1776) o “Teoría de los sentimientos morales” (1759) y Jean-Baptiste Say, quienes influyeron notablemente en él.

Su influencia en la política económica de Francia y en otros países, como España, fue notable. El debate más importante sobre política económica que tuvo lugar en el siglo XIX se centró en el libre comercio internacional y el proteccionismo. No cabe duda de que es difícil entender las amplias discusiones que tuvieron lugar en Europa sin conocer la obra de Frédéric Bastiat y su influencia en innumerables políticos.

En El Pitazo conversamos con Leonardo Brito, presidente de la organización Frédéric Bastiat Capítulo Venezuela, sobre nuestro país. La propiedad privada es importante hoy en día, aunque en casos como el venezolano apreciamos una falta de respeto por dicho principio. Al respecto, Brito nos comenta que la propiedad privada es la base del progreso de toda civilización y ha estado contemplada en la Biblia y en toda legislación civil exitosa del mundo antiguo.

La propiedad privada constituye tres ideas fundamentales: la primera es que si trabajas serás recompensado, esto quiere decir que la propiedad es fruto del trabajo y medalla del esfuerzo. La segunda que si eres dueño de algo vas a cuidarlo y hacerlo crecer, esto quiere decir que la propiedad tiende al desarrollo. Y la tercera es que el ser propietario te empodera, esto quiere decir que al ser dueño no eres más un esclavo ni un ser dependiente de la propiedad ajena, explica Brito.

“Eres libre por estas tres cosas. Si un sistema permite y protege la propiedad privada ese sistema estimula a sus ciudadanos a florecer”, opina Brito. La libertad y la propiedad van de la mano. Destaca Brito que si una población es pobre y desposeída será más manipulable, será más fácil fomentar el resentimiento y la envidia, será más barato comprar su voto, hechos que ocurrieron en Venezuela en los últimos años.

Por ende, será más sencillo engañar a la población y someterles sin resistencia. “Cuando tienes mucho que perder es diferente. Por ello en algunos países los políticos no quieren ver a sus ciudadanos prosperar”, reflexiona Brito y es al parecer un punto constante no solo en Venezuela, sino en los países de Latinoamérica.

Por lo tanto, se deben crear más y mejores planes y/o acciones para crear mayor conciencia en Venezuela para cimentar los ideales de la libertad. Brito explica que hay varias cosas que están muy mal en Venezuela y que crean las condiciones para que se implante una dictadura, creyendo que con esta forma autoritaria de poder por parte del Estado los problemas ciudadanos se resolverán, cuando la evidencia histórica esgrime lo contrario.

Desde que iniciamos como nación, tener un sistema presidencialista en lugar de uno parlamentarista, que el Estado tenga la propiedad del subsuelo o legislar en base al derecho romano en lugar del derecho consuetudinario son algunos de ellos. Pero fundamentalmente es un tema de ideas, y es aquel en donde la izquierda nos lleva la ventaja, aquí y en todo el mundo. Los verdaderos cambios sociales no empiezan desde arriba sino desde abajo, no desde el sillón de mando sino desde «el pueblo llano», reflexiona Brito.

Los cambios se dan con las ideas. Si se quiere cambiar el rumbo de las cosas, tenemos que cambiar las ideas. Mentalidades de progreso, de lo contrario el cambio en Venezuela no será profundo ni duradero y nuestra libertad duraría lo que dura un periodo presidencial y luego volveríamos a la detestable servidumbre.

Coincidimos con Brito en que la libertad tiene que ver con orden, el orden liberal natural esta fundamentado en un Estado de derecho moral y justo que respete las libertades y un sistema de justicia-militar-policial que funcionen para reprimir de ipso facto todo agravio a la propiedad y a la vida. Ninguna de las dos cosas existe en Venezuela y de allí el desorden y el caos imperante.


ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo

Analista del poder y economía en Latinoamérica.