¿Feminismo colectivo o individualismo en Venezuela?

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EL PODER EN ESTE PAÍS


Por: Rogelio Guevara Cantillo

En los últimos años la mujer ha ido recuperando terreno en la sociedad. Por siglos estuvo marginada de muchos momentos históricos. Son pequeños pasos que se han dado respecto a la igualdad de género, pero aún falta mucho por hacer. La situación mundial con la pandemia de COVID-19 ha retrasado diversos avances en este tema. También hay una difícil realidad y es que adultas, adolescentes y niñas en el mundo se enfrentan a diario a discriminación, injusticia, falta de oportunidades, abuso sexual o feminicidios, como los observados en Venezuela en las últimas semanas.

La directora general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, destacó en el foro internacional “Acelerando el empoderamiento económico de las mujeres para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, en Bogotá, en marzo de 2020, que empoderar a las mujeres para que participen plenamente en todos los sectores y todos los niveles de la actividad económica resulta fundamental para construir economías fuertes, así como para establecer sociedades más estables y justas.

Sobre este tema conversé con seis talentosas jóvenes venezolanas miembros de la organización Un Estado de Derecho. Ellas son Vanessa Navarro, Vanessa Marcano, Raquel Lledó, María José España y Tania Lavado, todas abogadas de la Universidad Católica Andrés Bello, y con Ana Soares, licenciada en Estudios Liberales de la Universidad Metropolitana.

Pero debemos partir por lo que se entiende por feminismo, hoy en día un término con un significado polémico y que diversos grupos de poder y sociales lo acogen como propio. En este aspecto, Ana Soares explica que el feminismo inició a finales del siglo XVIII, con la manifestación de las mujeres que pedían ser reconocidas con igualdad ante la ley. En consecuencia, el movimiento también abarcó exigencias en torno al acceso a la educación de las mujeres, el derecho al sufragio y al trabajo fuera del hogar.


También hay una difícil realidad y es que demasiadas adultas, adolescentes y niñas en el mundo se enfrentan a diario a discriminación, injusticia, falta de oportunidades, abuso sexual o feminicidios

Rogelio Guevara

El empoderamiento de la mujer es un tema frecuente en los debates públicos en redes sociales. Para Vanessa Marcano significa la igualdad formal que se ha venido logrando a lo largo de la historia. Las mujeres han demostrado que son capaces de hacer y lograr las mismas cosas que los hombres. Acota que espera que la representación que alcancen en la sociedad sea por mérito. “Yo no quiero que me contraten en alguna parte solo porque hay que llenar una cuota, porque hay muchos hombres, necesitamos tener una mujer porque hay que vernos inclusivos”, añade Marcano.

En un país como Venezuela, inmerso en una grave crisis, existen muchos obstáculos en el tema de los derechos de la mujer y en especial las más jóvenes. Para Navarro uno de obstáculos es la desigualdad jurídica que existe por culpa del intervencionismo del Estado y la creación por parte del Poder Legislativo de leyes e incorporación de artículos que sobreprotegen y ofrecen privilegios exorbitantes a la mujer. “Seguro debes estar pensando que eso debería ser un beneficio y no un obstáculo, pero la verdad es que cuando no existe igualdad considerado como un derecho humano y pilar fundamental de la libertad individual formal y material ante la ley donde todos somos iguales para desarrollarnos como individuos sin perjudicar a los demás, se genera más rechazo, más discriminación y menos oportunidades”, recalca Vanessa Navarro.  

Observando el panorama, se aprecia que aún la mujer no ocupa cargos en una proporción igual a los de los hombres. Sobre esto Tania Lavado explica que en un principio las mujeres no tenían igualdad de condiciones y no se les tomaba en cuenta para cargos en una proporción igual a los hombres. Hoy en día ha aumentado el número de mujeres en cargos de gran importancia, incluso de investigadoras en destacados centros académicos. “Hace unos meses tuve la oportunidad de participar en una conferencia de igualdad de género que organizaron miembros de diferentes sectores políticos y civiles, la cual me proporcionó un sentimiento de preocupación e inquietud, pues, en su afán de promover la igualdad de género, sus propuestas consistían en promover leyes que establecieran la exigencia de un porcentaje o de al menos una mujer en cada cargo político”, explica Lavado.

Hay que tomar en cuenta a la mujer por sus talentos, pero también hay que darles una seguridad jurídica que las apoye. Al respecto María José España comenta que hay que hacer referencia a la concepción que generalmente se tiene sobre el derecho y las leyes como instrumentos de protección y de obtención de resultados “mágicos”. El hecho de crear o promover una ley, no es garantía suficiente para que un problema o situación perjudicial cese o se resuelva al momento de la promulgación de dicha ley. María José España expone: “Al margen de la respuesta o posición particular que cada quien puede tener sobre la interrogante expuesta, como mujer, mi posición siempre se va a decantar a favor de la libertad como derecho absoluto y herramienta natural para desarrollarnos como individuos, la ley puede ser utilizada como herramienta de garantía, siempre y cuando esta mantenga su forma original de  generalidad y abstracción, ya que de lo contrario, si  su forma pasa a ser particular y concreta se convierte en un mandato”.

La mujer venezolana es inteligente, trabajadora y fuerte. Sería interesante contar con una mujer presidente como ha ocurrido con otros países de la región. Al respecto Raquel Lledó destaca que, como seres humanos, contamos con las mismas capacidades, independientemente de nuestro género. Cada persona puede libremente elegir desarrollar sus capacidades, formándose, por ejemplo, en algún arte, profesión u oficio según sus objetivos. Lledó agrega que el nivel de preparación y aptitud de una persona, para cualquier cargo, no se mide de acuerdo a si es “hombre o mujer”, sino a los logros obtenidos, a su nivel de capacitación y al esfuerzo empleado por esa persona en ser mejor ser humano y profesional.


ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo

Analista del poder y economía en Latinoamérica.