El régimen de Maduro se queda sin su principal fuente de divisas, pierde a su más importante comprador, que solo reconoce a Guaidó como legítimo Presidente.
Las sanciones que ha aplicado el Gobierno norteamericano sobre Pdvsa tienen como finalidad ejercer la presión suficiente para generar cambios políticos en Venezuela en el corto plazo. Sin embargo, existe el escenario donde Maduro juegue al desgaste, no solo de su cúpula, sino de todos los venezolanos. Este panorama es extremadamente oscuro y tiene serias implicaciones.
Luego de ser una empresa líder con una producción superior a los 3,5 millones de barriles diarios, Pdvsa pasó a producir tan solo 1,1 millones de barriles. De esa producción estuvimos exportando 584.000 barriles a los Estados Unidos (enero 2019), que a un precio de 54 dólares por barril, nos dan unos ingresos diarios de 31 millones de dólares, ingresos que no le caen mal a ningún gobierno, y menos al de Maduro.
Lo interesante de este asunto es lo siguiente: a esa producción de petróleo (1.14 millones barriles/diarios), hay que restar los barriles comprometidos con el convenio de Petrocaribe, los barriles que le regalamos a Cuba y los barriles comprometidos con el convenio de China. Podemos calcular, según cifras extraoficiales, unos 400.000 barriles diarios en regalos y convenios, lo que quiere decir que, descontando además nuestro consumo interno, nos quedan unos 700 mil barriles para exportación.
Con estos cálculos, es fácil determinar que el petróleo que le vendemos a Estados Unidos representa aproximadamente el 83 % de todo nuestro ingreso proveniente por exportaciones petroleras. Sin duda, dejar de vender todo ese petróleo es un fuerte golpe a las finanzas del Estado y al gobierno de Maduro.
A todo lo anterior hay que añadir algo muy importante: recordemos que Venezuela importa mensualmente desde Estados Unidos más de 3 millones de barriles de productos derivados del petróleo. Con esta importación se cubre parte de la oferta de gasolina y se utilizan diluyentes para tratar químicamente nuestro muy extrapesado petróleo. Con las sanciones a Pdvsa, Venezuela se queda sin la posibilidad de seguir importando tan importantes insumos para nuestro mercado y para nuestra ya deteriorada industria petroquímica.
Resumiendo, de mantenerse este escenario político, en poco tiempo sentiremos una abrupta escasez no solo de divisas, sino de gasolina. Todo lo anterior sin mencionar el impacto en las finanzas públicas, el gasto público y la deuda externa, la cual es bastante elevada.
Dicen que el mejor negocio a nivel mundial es el petrolero, pero después de que tu principal comprador te sanciona, el negocio, ya deteriorado por la revolución bolivariana, se vuelve menos atractivo, con cifras rojas por todos lados.
Oscar J. Torrealba
Economista UCV
Twitter: @DineroFiat
IG: srtorrealba
