LA BUTACA DE ODA
Por: Odalin Martín
La pandemia de COVID-19 ha causado estragos en diferentes planos. La economía mundial ha sufrido un golpe muy fuerte, pero hay una industria que podría desaparecer completamente una vez que pase todo y sea seguro salir de nuestras casas con total normalidad, esa es el cine.
El cine como industria se ha enfrentado a muchos problemas a lo largo de toda su existencia, pero no es hasta el 2020 que afronta uno de sus peores momentos y, quizá, el que defina su extinción. Durante los primeros meses de este año todo era perfecto para el cine, se estrenaron blockbusters que sorprendieron tanto a la crítica como al público general y los cinéfilos estaban esperando por un año de películas maravillosas y muy esperadas como Black Widow de Marvel-Disney, Wonder Woman de DC-Warner, Tenet de Warner, Mulán de Disney, entre otros títulos.
Todos los estrenos han sido postergados miles de veces por las casas productoras esperando a que la pandemia mundial pase y se puedan abrir nuevamente las salas. Quizá esto no hubiese afectado tanto a la industria en décadas anteriores, cuando el streaming no era tan cotizado como lo es ahora. Una de las grandes y más poderosas competencias que ha tenido el cine en los últimos años es Netflix, pero hasta este momento, siempre había público para ambos, sin embargo, actualmente todos estamos consumiendo contenido de esta empresa, así como también de Amazon Prime Video, HBO Max, Disney Plus, entre otros, y muchas casas productoras han decidido estrenar películas que veríamos en gran pantalla en estos servicios. Uno de los ejemplos más cercanos es el más reciente live-action de Disney Mulán que tenía ya su éxito asegurado en taquilla, todo esto hace que nos preguntemos, ¿será este el fin de las salas de cine?
Todos los estrenos han sido postergados miles de veces por las casas productoras esperando a que la pandemia mundial pase y se puedan abrir nuevamente las salas. Quizá esto no hubiese afectado tanto a la industria en décadas anteriores, cuando el streaming no era tan cotizado como lo es ahora
Odalin Martín
La industria cinematográfica a nivel mundial ha tenido una pérdida de 31.000 millones de dólares, un monto impactante. Expertos afirman que el cine no morirá pronto, pero sí se sectorizará mucho más, actualmente muchas casas productoras están buscando recuperar la inversión que hicieron grabando algunas películas, por lo que esperan estrenar sus producciones por Video On Demand, un método por el cual el cliente paga por ver una película específica en casa y tiene de 24 a 48 horas para disfrutarla.
Otros estudios han decidido estrenar sus películas en plataformas streaming, un ejemplo de ello es Disney con su Disney Plus. Hace unos meses atrás, expertos consideraban que esta plataforma no tendría el impacto que pensaban, pero en estos meses de pandemia el servicio ha ganado más de 50 millones de usuarios en todo el mundo y lo mismo ha ocurrido con Netflix, Amazon Prime Video y por supuesto, HBO Max.
El futuro del cine a corto plazo
La gran mayoría de las salas de cine en todo el mundo permanecerán cerradas por las siguientes semanas y meses, esto para prevenir que las personas se contagien con esta enfermedad aglomerándose en espacios reducidos. Sin embargo, en algunos países ya se piensa que se abrirán las salas para finales de este mes con el estreno de Tenet, la última película de Christopher Nolan.
Esta es una jugada arriesgada según los expertos, pues no solo nos estamos arriesgando a que la película no tenga el éxito que el estudio y la crítica internacional han estado esperando, sino que además es un riesgo para los países que están repuntando con el brote.
En Venezuela no tendremos las salas de cine abiertas en un futuro próximo, o al menos no es lo que espera la crítica especializada en el país. No solo se presenta como un riesgo para la comunidad, sino que, además, las diferentes empresas no se han pronunciado al respecto, incluso después del fallido Auto-Cine de Cinex, estas empresas han mantenido su público a través de las redes sociales, pero en ningún momento han presentado algún proyecto para condicionar dichas salas para recibir nuevamente a los espectadores.
El futuro del cine a mediano plazo
Tanto la población mundial como la industria del cine están a la espera de una vacuna que pueda controlar la propagación del COVID-19 para que de esta manera puedan volver a abrir sus salas y recibir a los espectadores, sin embargo, será difícil convencer al público de su seguridad.
Uno de los efectos que ha dejado esta pandemia es la desconfianza y el miedo al contagio, por lo que es posible que muchas de las personas que iban de manera constante a las salas de cine a disfrutar de una buena película, ahora duden en ir y esperen meses para ver los resultados.
Según algunos datos recopilados de internet donde se realizaron encuestas, muchas personas no piensan llevar a niños a las salas de cine en un futuro próximo para evitar todo tipo de cercanías y riesgo con personas que puedan estar contagiadas.
En Venezuela el cine tiene que reinventarse, si bien ya las empresas como Cines Unidos y Cinex estaban presentado pocas ganancias por entradas, es posible que se enfrenten a una máxima de esto. Por lo que estas empresas deberán demostrar que los espectadores estarán seguros en las salas, presentar algún modelo de proyecto para evitar el aglomeramiento de personas y asegurar la higiene de los espacios, uno de los más importantes es la caramelería.
El futuro del cine a largo plazo
Es difícil que el cine muera, incluso muchos estudios están esperando la luz verde para seguir grabando películas, pero es posible que se sectorice aún más. Las personas que se han enamorado de ver el cine en casa es posible que prefieran seguir consumiendo contenido allí, sin embargo, el cine tiene una ventaja clara por encima de los servicios streaming y es el acondicionamiento de los espacios, hay películas que se deben ver en una gran pantalla y que los directores de cine preferirán que así sea, pero deberán reinventarse y proponer cosas nuevas y que atraigan al público que pueden haber perdido.
Estos espacios sirven no solo para ver una cinta, sino además para socializar y esparcirse. Cuántas veces no fuimos a ver una película con amigos, con todo nuestro grupo familiar o en una cita con ese chico o chica que nos encantaba. El cine deberá recordarles esto a los espectadores y ofrecerles más allá de una película, una experiencia.
En Venezuela el cine tiene un futuro oscuro, las empresas deberán reinventarse y deberán proponer cosas diferentes, algo bastante complicado para la situación del país, pero lograble si buscan el apoyo de los gremios que se han especializado y se han dedicado a atraer espectadores a la sala, de una u otra manera.
Lo que nos queda claro es que aquí en Venezuela y en todo el mundo lo más importante es que el cine se REINVENTE proponga cosas NUEVAS y no se apoye completamente en el éxito de una película, sino que se presente como una experiencia para el esparcimiento de los espectadores y que de esta manera el público pueda volver a enamorarse del cine.
Mientras esto pasa, nosotros debemos permanecer en nuestras casas, mantener un distanciamiento social, cuidar de nuestra salud y seguir disfrutando de los diferentes contenidos que nos ofrecen los servicios de streaming.
ODALIN MARTÍN | @OdaMM
Escritora, crítica de cine y presentadora de televisión.