EL PODER EN ESTE PAÍS
Por: Rogelio Guevara Cantillo
Otro día más de sobrevivencia para el venezolano. La economía continúa grave. ¿Qué tan pronunciado ha sido el deterioro económico de Venezuela en estos últimos años? ¿Cuál ha sido el tamaño de la contracción? ¿Cuánto tiempo nos llevará recuperarnos? Son preguntas que nos hacemos todos. En efecto, en cifras de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), cerca de 400.000 ciudadanos perdieron sus empleos por el cierre de diversas industrias desde 2014 hasta 2020.
Venezuela padece la peor crisis económica de su historia. El país ha perdido cerca de unas tres cuartas partes de su economía desde la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia. Con relación a esta aciaga realidad, quiero hablarles de los estudios que lleva adelante la firma Econométrica. En la literatura de las Ciencias Económicas, las pérdidas como las que padece nuestro país son conocidas como “Recesiones de Hamilton”, que son shocks que afectan de forma permanente el PIB potencial o de largo plazo.
Para la firma Econométrica, la pérdida del tamaño de la economía, medida en dólares, refleja que Venezuela pasó de tener un PIB de cerca de 200 mil millones de dólares en 2013 a contar con exiguos 52 mil millones de dólares en el año 2020. Según el escenario base de Econométrica, el PIB podría reducirse aún más, llegando a 49,35 mil millones de dólares para el ejercicio 2021. Para el año 2013, previo a la actual depresión económica, se ubicaba en 6.715 dólares el PIB per cápita. Para el año 2020 la firma de análisis económico proyectaba un valor de apenas 1.853 dólares. Esta es una cifra que debería despertarnos y hacernos reflexionar. Para que Venezuela recupere el tamaño de su economía, perdido durante esta crisis de trasfondo político, tendría que crecer a tasas superiores al 10% interanual consecutivas, por al menos 15 años, es decir, hasta 2035.
En la literatura de las Ciencias Económicas, las pérdidas como las que padece nuestro país son conocidas como “Recesiones de Hamilton”, que son shocks que afectan de forma permanente el PIB potencial o de largo plazo
Rogelio Guevara
En este sentido, conversé con Alejandro Castro, gerente de operaciones de Econométrica. El economista explica que para obtener ese crecimiento de cara al año 2035, hay varias acciones económicas que se deben considerar. Para que Venezuela crezca a las tasas promedio necesarias, el país requiere un acuerdo político, institucional y económico que conlleve al fin de la hiperinflación, estabilidad del tipo de cambio, orden fiscal y monetario, así como un plan de inversiones y apertura económica, libre mercado y libre movilidad de capitales.
Hay que sentar las bases para que las inversiones nacionales y extranjeras vuelvan al país, generar confianza con un marco jurídico que sea respetado. Se debe sumar de nuevo a la industria petrolera y para ello se requeriría de personal capacitado, tiempo y una importante cantidad de inversiones en la misma. Así mismo es vital que el país se enfoque en otras áreas, no solo petróleo. “Diversificar” para unir esfuerzos y generar ingresos en áreas donde tenga ventajas comparativas y competitivas.
Para el economista Alejandro Castro, va a ser difícil que ocurra un proceso de recuperación económica de las magnitudes necesarias para que Venezuela vuelva a tener el mismo nivel del PIB de 2013, cercano a los 200 mil millones de dólares sumando a todos los sectores de la sociedad venezolana. El tema es que en las condiciones actuales que vive el país, con el conflicto político que aún persiste, va a ser complicado.
De esta conversación, surge la pregunta, ¿qué tipo de reformas económicas deberían ejecutarse para dar cabida al sector empresarial privado, ya que el mismo debe participar en esta reconstrucción? Con relación a esto, Castro reflexiona que lo primero es generar las condiciones para que las empresas inviertan. “Hay que respetar el marco jurídico, así como ajustar el mismo, para que exista plenamente libre mercado y libre movilidad de capitales. También será necesario, como incentivo, brindar extensiones fiscales a aquellas empresas que inviertan”, enfatiza Castro.
Hay que sentar las bases para que las inversiones nacionales y extranjeras vuelvan al país, generar confianza con un marco jurídico que sea respetado. Se debe sumar de nuevo a la industria petrolera y para ello se requeriría de personal capacitado, tiempo y una importante cantidad de inversiones en la misma
Rogelio Guevara
Con relación a la recuperación de Venezuela en los próximos 15 años, con una moneda golpeada por las políticas del Banco Central de Venezuela guiadas por Maduro, Castro considera que para que exista un rápido repunte, con las tasas de crecimiento necesarias para ello, se necesita justamente la estabilidad del tipo de cambio. Dada la depreciación del bolívar y el hecho de que no se puede llevar a cabo una dolarización de iure, va a ser necesaria una reconversión monetaria y la emisión de una nueva moneda.
Vivimos un día a día en el que el dólar de los Estados Unidos es el protagonista del intercambio comercial. Ante esto, surge una pregunta clave: ¿qué papel tendrá la dolarización en esa recuperación con un horizonte en 2035? Es por esto que desde que se inició el proceso de dolarización a finales de 2017, poco a poco la moneda extranjera fue ganando terreno. “Esto llegó a un punto casi irreversible cuando se alcanzó el pico más álgido en el crecimiento de los precios en moneda local, en enero de 2019 con un 270% de inflación según cálculos de Econométrica. En ese instante, los precios se duplicaban, en promedio, en aproximadamente unos 12 días”, sentencia Castro.
Hay un punto que es complicado para la recuperación económica y del cual curiosamente no se ha tocado más, en especial protagonistas como Maduro, Delcy Rodríguez o Tareck El Aissami. ¿Qué papel tendrá la reestructuración de la deuda externa vencida? Al respecto, la deuda externa vencida, así como la que aún sigue vigente, será todo un reto, opina Castro. El experto considera que, primero, porque existen diversos acreedores en todo el mundo y los mismos han interpuesto demandas en juzgados para la solicitud de activos, esto como forma de pago o manera de recuperar el dinero prestado, ya sea como Pdvsa o el Estado. Segundo, porque hay dos gobiernos, el de Maduro y el de Juan Guaidó, por así decirlo, que reclaman estos activos y que, por ende, tendrían responsabilidad con estos pasivos.
ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo
Analista del poder y economía en Latinoamérica.
