La conclusión a raíz de los apagones y la crisis del agua es clara: Ningún nivel gubernamental está preparado para una emergencia como la que ha vivido el país. De igual forma, debemos estar conscientes de que las fallas son estructurales del sistema y continuarán ocurriendo. Es por ello que debemos tener en cuenta planes individuales, planes familiares y planes colectivos.
A nivel individual/familiar:
- Establecimientos de bases de datos en físico. Hoy en día confiamos plenamente en los teléfonos celulares pero en promedio los teléfonos inteligentes tienen una duración de un día. Ante ello, hagamos una base de datos (que debemos resguardar) donde tengamos números telefónicos alternativos de contacto, preferiblemente teléfonos locales que han demostrado ser más confiables.
- Identificación de sitios de reunión, en caso de que sea necesario evacuar o trasladarse del sitio de trabajo a la casa para hacer un traslado conjunto.
- Generación de rutas y sitios alternativos (casa de familiares y amigos) en caso de que sea imposible trasladarse a la casa
- Establezcamos un protocolo familiar. ¿Qué hago si estoy en la calle? ¿Quién busca a los niños en el colegio ante un apagón? ¿Quién contacta a los abuelos para asegurarse de que están bien?
- Extremar las medidas de recogida de agua (siempre buscando mantener su salubridad). Incluso, hay medidas para potabilizar el agua -siempre que venga de una fuente limpia-, como obtener pastillas potabilizadoras o hervir el agua, entre otros.
A nivel de edificio/urbanización:
- Establezcamos un plan de contingencia donde se contemple la conformación de equipos para seguridad, emergencias y apoyo. Para ello se pueden definir responsables por pisos/calles o que pueda ser una persona para coordinar cualquier emergencia. Es decir, contactos de personal con conocimientos médicos y gestión de riesgos en las zonas, que serán los líderes antes lo que los demás
- Identificación de personas vulnerables, especialmente aquellas que dependen de equipos con requerimientos de energía, o personas de la tercera edad que viven solas y que puedan requerir traslados.
- Establecer bases de datos comunes. En los apagones pasados hemos evidenciado cómo las líneas telefónicas han dejado de funcionar, por lo que es necesario establecer un protocolo de comunicación efectivo con cuerpos de seguridad y emergencia.
- Obtención de radios punto a punto que permitan garantizar una comunicación mínima dentro de los sectores.
- Establecimiento de control de accesos, fortalecimiento de vigilancia en áreas perimetrales de las zonas, entre otros.
Exigencias a las autoridades:
- Exhortar a la generación de centros zonales donde sea posible ubicar a personas vulnerables con un mínimo de atención, como pueden ser personas susceptibles al calor, en donde se permita la hidratación y se garantice la continuación del servicio eléctrico y agua. Esto permitirá no colapsar los centros hospitalarios y lograr un despliegue más efectivo. Esto se puede realizar en colegios o centros comerciales.
- Exigir a los organismos el fortalecimiento de los mecanismos de telecomunicaciones. Los números de teléfono de los cuerpos de seguridad ciudadana deben ser sumamente confiables.
- Exigir el mejoramiento de la coordinación policial y el establecimiento de protocolos para mejorar la relación entre agencias, así como la existencia de un plan de despliegue efectivo entre los tres niveles de gobiernos
- Generación de alianzas con el sector privado para que podamos expandir las capacidades de los organismos públicos. Recordemos que ante una emergencia no podemos estar detrás de una licitación, por lo que es necesario que haya información y protocolos con empresas capaces de ayudarnos a paliar la crisis.
Es importante destacar que en ningún momento estas ideas buscan trasladar la responsabilidad al ciudadano. El principal responsable de garantizar los servicios públicos es el Gobierno, pero debemos buscar el bienestar de todos en esta situación de crisis.