Se nos fue en la tarde, pero nos dejó sus noches
Se nos fueron sus raros tacones, pero nos quedaron sus pisadas
Se nos fueron sus exuberantes pelucas, pero nos quedó su sudor
Se nos fueron sus pintorescos vestidos, pero nos dejó sus colores
Se nos fue la voz, pero nos quedó su nota
Se nos fue la negra, pero nos quedó su tumbao
Se nos fue el terrón, pero nos quedó su AAAAAZÚCAR…
Su voz, carisma y talento dieron lugar a una de las trayectorias más impresionantes del mundo de la música. Recibió tantas distinciones que, si tuviéramos que enumerarlas, tendríamos que escribir un libro. Baste decir, entonces, que sus más de 70 álbumes generaron una cosecha interminable de discos de platino y oro, y más de un centenar de premiaciones de prestigiosas instituciones alrededor del mundo. Fue nominada quince veces a los Premios Grammy, la primera vez que lo ganó fue en 1989. Fiel a su tradición de triunfar, esta gran intérprete también hizo historia con los Premios Grammy Latino: desde que estos se instituyeron en el año 2000, Celia los ganó tres veces.
Desde niña, al ver su talento se atreve a cantar en unas fiestas escolares o de barrio y luego en unos concursos radiofónicos. Desde entonces no paro de cantar…
Cubana, nació en La Habana el 21 de octubre 1925, aunque otros dicen que nació el mismo día, pero de 1920. Denominada la Diosa Rumba, la Guarachera de Cuba. Su nombre de pila, Celia Caridad Cruz Alfonso. Hija de Simón Cruz y Catalina Alfonso. Su niñez, de origen humilde la vivió en el barrio Santo Suárez. De pequeña gustaba ver los bailes y orquestas desde las ventanas de los bares acompañada de sus amigas.
Celia formaba parte de una familia con 14 niños. Su madre, sin embargo, supo que Celia era una niña especial cuando al cantarle a un turista ganó su primer par de zapatos. En casa, entre los quehaceres de Celia estaba incluido el cantar nanas a los niños más pequeños. Sin embargo, los adultos se reunían para escuchar sus canciones y ella se enfadaba porque confundía su admiración con vigilancia. Desde entonces, aquellos zapatos se convirtieron en proféticos al llevar a la cantante por todo el planeta y actuar en los auditorios y salas más prestigiosos de música.
Estudio para ser maestra de escuela y posteriormente abandonó el Magisterio para dedicarse a ser cantante, siguiendo el consejo de su profesora de sexto año, quien le dijo que le iría mejor en el canto. Allí, en su escuela, solía cantar en los eventos que se efectuaban. Apoyada por su madre para el canto, a diferencia de su padre, quien veía con recelo esta carrera.
Participó en el concurso para aficionados La Hora del Té, en donde ganó una torta. Al cuarto sábado de ir a esté concurso, ganó una cadena de plata. La primera canción que interpretó en público fue el tango Nostalgia.
Pero antes de lo anterior Celia estuvo por primera vez por nuestra Venezuela cuando formaba parte de un grupo de cantantes y modelos conocido como “Las Mulatas de Fuego”, grupo del cual también formaba parte la gran bolerista de Cuba Elena Burke. Esas atractivas mulatas se encargaban de animar el ambiente nocturno de la muy concurrida y pequeñísima Taberna del Majestic, dependiente del famoso hotel capitalino, que regentaba, quien también era empresario de boxeo, León Figueroa.
Por cierto, según investigaciones realizadas, el segundo acetato que se grabó en Venezuela lo hizo Celia Cruz en 1948 con la Orquesta Leonard´s Melody, una banda del trompetista Leonardo Pedroza con dotación de metales y ritmo al estilo de Jazz Band en la cual también participó “Pan con queso” en el bongo, quien fuera percusionista y Luthier de renombre internacional. El primero disco, como todos sabemos, lo había grabado Alfredo Sadel con “Diamante Negro”.
La grabación incluyó la pieza “Mazucamba” difícil por sus versos rápidos pero abordados por la negra con gran solvencia.
Se dice que aquí también cantó con la Sonora Caracas, pero escuchémosla ahora con la orquesta de Luis Alfonso Larrain.
De adolescente, empezó a cantar en programas de la escuela y reuniones comunitarias. Su tía la llevaba a ella y a su prima con regularidad a cabarets y sala de fiestas en donde la joven e impresionable cantante pudo escuchar los valores musicales locales. Sin embargo, mientras que su familia apoyaba su facilidad con la música, su padre la alentó para continuar sus estudios y convertirse en profesora. Irónicamente, fue uno de los propios profesores el que le dijo «Podrías ganar en un día lo que yo gano en un año.»
Escucharon la famosa y sabrosa canción TATALIBABA, de F. Santana, grabada el 17 de febrero de 1951, con la Sonora Matancera.
Se inició cantando en Radio García Serra, luego en la emisora 1.010, en Radio Cadena Suaritos intervino en un programa de música afrocubana. Realizó estudios de música en el Conservatorio Musical Habanero.
Cuando trabajaba en el show del Tropicana, conoció a Rogelio Martínez, el cual la contrató para que trabajara en su programa de Radio Progreso, en la Habana, reemplazando a nada menos que a Mirta Silva. En 1950 comenzó a grabar con la Sonora Matancera.
El 15 de Julio de 1960, sale de Cuba para no regresar, residenciándose en Estados Unidos. A los dos años, el 7 de abril de 1962, estando trabajando en un show, supo de la muerte de su señora madre, y, aun así, su enorme profesionalismo la empujó a no detenerse, y hacer que continuara el espectáculo y el tema que cantó en honor a su madre fue este…
Celia se caracteriza por su extraordinaria voz comparable con las trompetas de la Sonora Matancera y su famosa expresión «¡Azúca!». Además, tenía una memoria prodigiosa para las letras, una vez que las graba, las escribía y de esta manera retenía para siempre.
Celia Cruz fue y es la reina legendaria de la salsa. Sus más de 70 discos muestran su talento, intensidad y determinación. Los entusiastas de Celia abarcan más de cuatro generaciones, rompiendo barreras raciales y culturales. Colaboró con un grupo ecléctico de músicos, que va desde la salsa puertorriqueña y el célebre Tito Puente hasta estrellas del pop como David Byrne.
Celia Cruz obtuvo tres doctorados Honoris Causa de las siguientes universidades de los Estados Unidos: Yale, Florida International University y la Universidad de Miami. Además, ha aparecido en unas 10 películas, entre las cuales The Mambo Kings and The Perez Family.
Ahora escuchen este maravilloso bolero grabado cuando ya su enfermedad había sido diagnosticada…
Continuará…
Haaaaasta las pascuas no hay hallacas…