Alex Saab, las negociaciones y las reformas para la transición

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Por: Nehomaris Sucre

Uno de los puntos fuertes del autoritarismo es mostrarse ante la sociedad como un sistema destinado a perdurar en el tiempo. Sin embargo, la historia en Occidente indica que tarde o temprano estos gobiernos tienden a desaparecer consumidos por su propia dinámica de destrucción. A veces esto ocurre de forma abrupta y en otras ocasiones se lleva a cabo de manera progresiva.

En este sentido, la conquista de espacios de poder por parte de sectores democráticos a través de elecciones y negociación, mientras que en paralelo coexiste un régimen autoritario, son mecanismos para la transición hacia la democracia sin una ruptura total e inmediata de los esquemas del autoritarismo. A estos procesos se les conoce como reformas.

Por otro lado, en las negociaciones cada actor busca obtener la mayor ventaja, dentro de una dinámica que requiere disposición para hacer ciertas concesiones al adversario y establecer compromisos con beneficios limitados para cada parte. De este modo, cuando el más fuerte decide negociar hay un indicio de debilidad en él, porque quien cuenta con todas las cartas a su favor no tiene necesidad de involucrarse en un proceso en el que tendrá que ceder ante alguna solicitud del otro.

En el caso venezolano las negociaciones han transcurrido con la opinión pública, la comunidad internacional y el tema de Alex Saab de fondo. Al parecer el empresario colombiano acusado de blanqueo de capitales es una figura clave para el gobierno de Nicolás Maduro que desde 2020, cuando fue detenido Saab, ha dirigido sus esfuerzos a evitar su extradición hacia Estados Unidos bajo el argumento de que se trata de un agente con inmunidad diplomática, por lo que goza del derecho a no ser llamado a juicio ni estar obligado a dar testimonio en un país extranjero.

La acción más cumbre en defensa de Saab fue la reciente decisión por parte del oficialismo de incorporarlo en su equipo para las negociaciones que lleva cabo con la oposición en México. Aunque esto fue presentado por Jorge Rodríguez como un hecho, no cuenta con el aval del Reino de Noruega que funge como facilitador en el diálogo.

Esta acción puede alimentar la desconfianza de algunos ciudadanos hacia la oposición, sumando elementos a la creencia de que el chavismo dirige a su antojo el diálogo, lo que de cara a los próximos comicios, si no se maneja adecuadamente, puede tener un costo político para la Plataforma Unitaria, adversa a Maduro.

A pesar de estas variables, la oposición dio a conocer a través de un comunicado que continuará en las negociaciones porque “Los venezolanos necesitamos un acuerdo integral que nos regrese la democracia y la posibilidad de salir de la inmensa crisis social, económica y política que nos afecta a todos”.

A este panorama se añade lo que parece una táctica de canje de rehenes, pues la Fiscalía de Venezuela anunció una nueva investigación a Juan Guaidó por supuestos delitos de usurpación de funciones, traición a la patria, conspiración, entre otros. Indudablemente, las decisiones del oficialismo denotan cierto grado de desesperación por mantener al empresario colombiano fuera del alcance de la justicia estadounidense, lo que nos hace preguntarnos: ¿qué tanto sabe el acusado?

En este escenario tan complejo, retomar los caminos democráticos, que es lo que finalmente nos ocupa a los venezolanos, puede verse como una tarea difícil, pero cada paso cuenta, más si se ha adoptado una estrategia de reformas que busca romper con la estructura autoritaria de manera progresiva.


NEHOMARIS SUCRE | @Neho_Escribe

Politóloga y militar retirada.

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