San Felipe.- Usuarios de las diferentes rutas sociales que laboran en la capital del estado Yaracuy, denunciaron la mañana de este lunes 30 de diciembre el excesivo monto que los transportistas aplican para el cobro del pasaje urbano, desde el 21 de diciembre.
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Entre 2.000 y 2.500 bolívares es la tarifa que exigen los profesionales del volante para movilizar al usuario dentro del casco central del municipio San Felipe, mientras que para desplazarlo hacia las zonas rurales y comunidades apartadas, la tarifa la ajustaron entre 3.500 y 4.500 bolívares.
El ajuste fue considerado excesivo y causó malestar entre los usuarios, quienes solicitan a las autoridades competentes frenar la especulación, que está «desangrando» el bolsillo del sanfelipeño y crea colapso en las unidades Yutong.
Cristopher Mora, usuario, denunció que los transportistas no están respetando el porcentaje del 20 por ciento que las autoridades de la Cámara Municipal de San Felipe establecieron como recarga al monto fijado para el pago del pasaje urbano durante los días feriados y los días domingos. Según el denunciante, el valor del pasaje urbano debería ser de 1.800 bolívares dentro del casco central y 2.500 para zonas lejanas.
Al igual que Mora, Wilmer Alejos, Raúl Freitez, Norma Delgado y Stella Jácome, todos usuarios de servicio de transporte urbano, rechazaron la medida impuesta por los choferes de tráfico, ya que consideran que la crisis económica afecta a todos los venezolanos por igual. Stella Jácome dijo: «Los transportistas alegan que el reajuste que hacen al pasaje urbano obedece a que los productos alimenticios aumentaron su precio un 3.000 por ciento y que el dinero que reciben como pago por el servicio que prestan al público no les alcanza para cubrir las necesidades básicas de sus hogares, pero ellos no toman en cuenta que también al usuario lo afecta la inestabilidad de los precios en el mercado».
Por su parte, los transportistas Carlos Chirinos, Alejandro Sánchez e Iván Maturet señalaron que el aumento hecho al pasaje urbano es justo. «Los consumidores siempre se quejan de los reajustes que hacemos en el valor del pasaje urbano, pero no se quejan cuando los comerciantes aumentan los alimentos en menos de 48 horas», dijo el transportista Alejandro Sánchez.
