Los habitantes de El Tukuko, en la Sierra de Perijá, en el estado Zulia, viven con temor después del enfrentamiento que hubo entre delincuentes y grupos irregulares en esa zona el pasado 16 de enero.
Un residente, quién por temor a su seguridad no quiso revelar su nombre, lamentó que El Tukuko esté manchado por una noticia negativa. “Tenemos miedo. El tema es bastante delicado cuando se trata de grupos armados y de estos jóvenes que son una banda delictiva, que tienen antecedentes de otros conflictos. Esos muchachos son un grupo de 10 personas, hasta más. En El Tukuko se dedican alterar la tranquilidad de la comunidad, gritan ofensas, amenazan armados a cualquier persona a plena vista de los que vivimos aquí”.
Denunció que el grupo se dedica al tráfico de ganado. «Nadie ha actuado o denunciado por temor a represalias, pero esta vez el conflicto fue con un grupo armado”.
Dos jóvenes indígenas del grupo delictivo que opera en la Sierra de Perijá se enfrentaron el jueves 16 de enero contra miembros de la guerrilla colombiana y se originó una balacera que dejó como resultado a los dos indígenas heridos, según testigos del hecho.
Los habitantes de El Tukuko con los que conversó El Pitazo y hablaron bajo la condición de anonimato, exigen la entrada de las Fuerzas Armadas e insisten en que la comunidad necesita la seguridad y custodia del Ejército.
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Representantes y líderes indígenas de la cuenca El Tukuko denunciaron la presencia de personas desconocidas dentro de sus territorios, quienes, según informaron, se desplazan con armas de fuego de corto y largo alcance.
Habitantes de la zona aseguraron que la situación de conflicto fue denunciada y planteada en varias oportunidades a la cacica Mileydis Martínez, máxima autoridad del sector, y a los otros caciques mayores del centro piloto El Tukuko.
“Estos jóvenes que viven en la comunidad Kuse, en la cuenca Yaza, son miembros de una banda delictiva que perturba la tranquilidad y la paz de El Tukuko. Ellos han cometido delitos en la zona, sin tener ningún tipo de castigo. Estos sujetos simplemente entran como si pertenecieran a este sector», aseguró una líder yukpa de la cuenca Tukuko, Sierra de Perijá.
Agregó que los habitantes se sienten atemorizados, porque los individuos ajenos a su grupo «llegan ebrios, drogados, y amenazan a cualquier persona que se les atraviesa».
Vecinos informaron que tras el enfrentamiento del 16 de enero, caciques de algunos sectores de la cuenca recorren el centro piloto para vigilar la zona. Revelaron que están a la espera de una reunión entre líderes, caciques, padres y representantes para debatir el tema de la seguridad.
“Estamos a la espera de que llegue a la comunidad el día martes, Fray Nelson Sandoval, para coordinar con las escuelas una reunión con los padres y representantes para realizar un comunicado rechazando estos hechos violentos, que ponen en riesgo la integridad de las familias, pero sobre todo la de los niños. Los padres de las diferentes parcelas tienen miedo de enviar a sus hijos a las escuelas de El Tukuko, porque en cualquier momento se puede presentar nuevamente un hecho violento”, agregó una representante que pidió no ser identificada.
Los maestros de la zona también recalcaron que estos enfrentamientos son ajenos a la comunidad. “Los docentes del Tukuko, rechazamos enérgicamente estos actos violentos, exigimos respuesta a esta problemática. No podemos quedarnos tranquilos como si no hubiese pasado nada”, gritó un maestro de la comunidad.
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Un testigo del enfrentamiento del 16 de enero asgeuró que el mismo ocurrió porque los miembros de un grupo indígena delictivo agredieron a un miembro de la guerrilla colombiana que opera en la zona.
«Hemos denunciado la presencia de grupos armados y bandas delictivas», aseguran los indígenas consultados.
Aunque los pobladores de la Sierra de Perijá reportan la incursión y presencia de la guerrilla en la zona, aclaran que hasta el momento nunca han atentado contra la comunidad. «Ellos están claros que deben respetar a sus habitantes, no somos sus defensores porque son un grupo armado al margen de la ley”, comentó una fuente del Tukuko.
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