Líderes de megabandas criminales que operan en prisiones venezolanas amenazan a propietarios y entrenadores de los centros de talentos que forman a peloteros. Su objetivo: sacar dinero del negocio generado por la firma de prospectos a las organizaciones de Grandes Ligas
Alianza Rebelde Investiga (ARI) y CONNECTAS
En 2005 hubo un quiebre en el beisbol venezolano: las sucursales de los equipos de Grandes Ligas comenzaron a marcharse del país. Una década después, pasaron de 22 a 4 las organizaciones estadounidenses que funcionaban en Venezuela.
Pero esta situación no impidió que jóvenes venezolanos con talento llegaran a las Mayores. Incluso, en los últimos seis años ha aumentado el número de adolescentes firmados por las organizaciones estadounidenses. “La cantidad de prospectos criollos que reciben bonos millonarios se multiplicó por cuatro en solo seis años. De 3 peloteros firmados por más de US$1 millón en 2015, pasó a 13 en 2022. En 2020 no hubo firmas por la pandemia. El 2021 fue el año con más rúbricas de siete cifras, con 14 casos”, reseña la investigación periodística que realizó la Alianza Rebelde Investiga (ARI) y CONNECTAS.
Las academias de beisbol empezaron a proliferar y a ocupar el campo vacío que dejaron las granjas de la Major League Baseball (MLB). Actualmente operan más de 200 en todo el país, aunque el marco normativo que las regula no cuenta con lineamientos claros.
El Pitazo resume en claves los hallazgos del especial periodístico “Pranes” en Las Grandes Ligas. El reportaje muestra cómo actividades ilícitas lideraras desde las cárceles por megabandas criminales permearon unos de los principales deportes de Venezuela:
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“José Luis Alviárez Alecio, preparador físico, cédula de identidad 17.275.699, barrio San Rafael, calle José Ramos, parroquia Pedro José Ovalles, 10/7/2020, 2:00 p. m. Se negó a pagar una extorsión y lo mandaron a matar”, cuenta la minuta policial sobre el asesinato de un entrenador de una academia de beisbol que funcionaba en el Estadio José Casonava Godoy, en Maracay. Alviárez no accedió a pagar un porcentaje que solicitaba la megabanda “Tren de Aragua” por la firma de uno de los jóvenes que él entrenaba.
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El gerente de una de las organizaciones que funciona en Carabobo indicó que intentaron extorsionar al propietario de la Academia KPL. La fuente explicó que le pedían 100.000 dólares y luego bajaron el monto a 50.000. Sin embargo, cuando la víctima fue contactada por ARI prefirió no hacer comentarios.
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En Anzoátegui la situación es más oscura. Las amenazas no provienen solo de la prisión de Puente Ayala, también de los cuerpos de seguridad del Estado. “En 2019 fui a ver a unos peloteros en Puerto La Cruz (Anzoátegui), y en uno de los estadios se me acercó un hombre para ofrecerme seguridad de parte de los pranes de la cárcel de allá. Que si les pagaba ellos me iban a cuidar y nada me iba a pasar. Muy elegantemente le dije que no estaba interesado”, contó un scout con ocho años experiencia en el área al equipo de ARI.
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En agosto de 2022, se viralizó un video que mostraba a cuatro hombres armados que amenazaban al dueño AQ Sport Agency y a su equipo de trabajo. Los delincuentes aseguraban: “…No nos quiere dar lo que le estamos pidiendo”. Y advertían: “Si él (Quiroz) no nos da una respuesta, vamos a tener que arremeter contra ustedes (empleados, peloteros recién firmados y familiares)”. La versión que explicó un funcionario del Cicpc que trabajó de manera informal en el caso, porque nunca hubo denuncia, es que el cazatalento que llevó a la academia a uno de los prospectos que logró ser firmado por 2,4 millones de dólares, reclamaba 20 % del monto. Como no tuvo una respuesta satisfactoria vendió su deuda al “Niño Guerrero”, líder del Tren de Aragua y pran de Tocorón.
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En agosto de 2021 un empresario venezolano que se encargaba de organizar los shows de exhibición también fue amenazado a través de un video. “Lo que pasó ahí fue que el empresario organizó un showcase en Medellín, y el dueño de una academia en el Zulia iba a llevar varios de sus peloteros. Pagó como 200 dólares por la participación de cada uno, pero se enfermó de COVID-19, entonces pidió la devolución del dinero. El organizador le dijo que no había problema, que le devolvería la plata. Pero empezó a marearlo (poner excusas). Pasó un tiempo y no le dio nada. Parece que el hombre se molestó y se buscó a unos pranes que montaron ese video para hacer que pagara la deuda”, contó a ARI otro organizador de eventos y dueño de una academia.
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El equipo de ARI y CONNECTAS visitó más de 25 academias en cinco estados del país (Aragua, Carabobo, Miranda, Anzoátegui y Lara). En casi todas las entidades, con la excepción de Miranda, encontraron casos de cobro de vacunas, amenazas y ofertas de servicio de seguridad.
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Muchas de las academias pertenecen a peloteros, expeloteros y empresarios con trayectoria en el beisbol venezolano. Sin embargo, en los últimos dos años han proliferado academias de las que se desconoce el nombre de sus propietarios y cómo son financiadas.