Santa Elena de Uairén.- Las irregularidades con el suministro de la gasolina ya comenzaron a dejar secuelas en la población fronteriza de Santa Elena de Uairén, donde el comercio labora a media marcha, los taxistas tienen sus motores apagados y la mayoría se ha visto obligada a caminar.
Desde el dueño del carro más lujoso hasta el de una moto del más simple cilindraje, padecen por esta situación, pues en las dos bombas ubicadas en la entrada al pueblo sólo están echando 20 litros de gasolina, sin excepción, ya que de las dos gandolas que abastecían, sólo una lo está haciendo.
La situación hizo que taxistas bajen la marcha en su jornada laboral y los que aún cumplen su turno completo, aumentaron el precio de las carreritas, todas estas en reales brasileños.
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«Es imposible trabajar todo el día, salimos solo en horas donde hay más gente y ya no damos vueltas si no que nos detenemos en la plaza Bolívar o en cualquier sitio por el que pase bastante gente», contó el profesional del volante Carmelo Longa, quién indicó que la carrera mínima subió de 5 reales (7 mil soberanos) a 10 reales, es decir 14.000 bolívares. Cabe destacar que en esta zona no hay transporte público.
En los comercios de Santa Elena también se percibe el descontento debido a que desde hace tres días no llega ni el queso duro ni la carne provenientes de Upata. «No hay fecha de que nos vengan a abastecer, nos llamaron y dijeron que están en tres y dos porque no hay gasolina por allá y tampoco pueden cargar envases para transportarla porque se las decomisa», contó un panadero que prefirió no identificarse.
