La Guaira. A pesar del acuerdo alcanzado la noche del miércoles 21 de julio, entre el alcalde de Vargas, José Alejandro Terán y los representantes del sector transporte, de normalizar las operaciones y aceptar como nueva tarifa del pasaje urbano de 300 mil bolívares, la realidad de este jueves 22, fue la de paradas congestionadas de pasajeros y muy pocas unidades operando en las rutas troncales e internas del litoral central venezolano.
La crisis del transporte en la entidad costera inició esta semana, cuando se comenzaron las discusiones entre transportistas y la Alcaldía de Vargas, para lograr un aumento en el pasaje urbano, de rutas internas, troncales y especiales, que operan en el litoral central.
El costo del pasaje se mantenía en Vargas en 200 mil bolívares y los transportistas solicitan un aumento a 500 mil bolívares, la municipalidad dijo que solo aprobaría 300 mil.
La diatriba generó el paro espontáneo de las unidades , el enfrentamiento entre representantes de las líneas de transporte y el Instituto Municipal de Vialidad y Transporte Colectivo de Vargas (Imvitracv) y un calvario para los usuarios, que abarrotaron las diversas paradas y reportan entre dos y tres horas de espera, para garantizar movilidad entre las parroquias urbanas.
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La noche del miércoles y bajo la mediación del Secretario Regional de Seguridad Ciudadana, Andrés Goncálves, transportistas y el alcalde Terán se reunieron.
«Entre los acuerdos alcanzados, está la aceptación de esta tarifa de Bs. 300 mil hasta el 1° de agosto, cuando los conductores tenemos autorizado un aumento de 400 mil bolívares el pasaje mínimo urbano», explicó vía telefónica el vocero del sector transporte, Sergio Cárdenas. Sin embargo, hubo conductores que decidieron no prestar servicio este jueves, sino hasta que se cuente con la nueva tarifa.
«El que necesite que salga a trabajar. Yo no voy a desgastar el vehículo o a hacer cola por el gasoil para cobrar solo 300 mil», indicó a El Pitazo Jesús López, propietario de una unidad que cubre la ruta Catia La Mar – Caraballeda.
Por su parte, los usuarios se muestran contrarios al aumento, dicen que no es por el monto sino por el incumplimiento de la ruta, por parte de los transportistas.
«Todos sabemos que 300 o 400 mil bolívares no es nada. Pero el tema es que un autobús que debe ir desde Catia La Mar hasta Macuto, solo quiere llegar hasta El Trébol o hasta la plaza El Cónsul, obligando así a los usuarios a pagar hasta dos o tres pasajes, por una misma ruta. Eso y el irrespeto a los viejos por parte de los que cobran. Eso es lo que nos tiene cansados a muchos», relata María Luisa Aguilera, usuaria.
Para enfrentar la «operación morrocoy” de las líneas, la gobernación y la alcaldía mantienen 23 autobuses, que operan normalmente en rutas especiales. Los usuarios creen que los transportistas de igual manera no respetarán la tarifa establecida. «Los usuarios vamos a seguir pasando roncha», dijo desde la parada de calle Los Baños, Lida Díaz.
