Caracas. Yosmerli Salazar es una venezolana residente en Chile. Tenía programado el regreso al país austral el pasado 25 de marzo en un avión de la aerolínea Copa Airlines, pero la suspensión de los vuelos por el COVID-19 acabó con su planes.
“Mi mamá sufría de cáncer y de los tres hijos que somos, solo faltaba por verme a mí. Se había complicado en diciembre y por eso organicé todo para venir cuanto antes. Llegué en enero. Ella presentó mejorías, pero lamentablemente murió en marzo, días antes de mi planificado regreso”, cuenta Yosmerli Salazar a El Pitazo.
Al igual que ella, más de 300 personas, entre chilenos y venezolanos que tienen la residencia en Chile, se encuentran varados en Venezuela desde hace más de 2 meses. Son madres y padres separados de forma forzosa de sus hijos debido al cierre de las fronteras aéreas y terrestres por el COVID-19. Matrimonios que también terminaron separados. Desde bebés que llegaron con 4 meses y ahora tienen 7 hasta ancianos de casi 80 años con enfermedades crónicas que necesitan seguir su tratamiento. Todos vuelven a solicitar a los gobiernos de Nicolás Maduro y Sebastián Piñera que acuerden de una vez por todas una solución que les permita regresar cuanto antes a Chile.
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“La situación aquí es insostenible; los servicios básicos cada día colapsan más. En nuestro caso, mi esposo y yo no estamos trabajando; por lo tanto, estamos gastándonos los pocos ahorros que teníamos para permanecer en Venezuela”, relata Pilar Vera a El Pitazo, quien viajó con su madre de 77 años, diabética e hipertensa, a la graduación de su hija y al cumpleaños de su suegro, de 93. También a realizar diligencias puntuales.
Indican los afectados que el Consulado de Chile en Caracas les informa que realiza su mayor esfuerzo para ayudarlos a retornar, pero cuentan a El Pitazo que sus recursos para mantenerse en Venezuela se agotan, pues en sus planes no estaba previsto permanecer aquí más de 20 días. Si acaso, 25.
El grupo registra a más de 300 personas que tienen, en su mayoría, boletos de regreso de la aerolínea Copa Airlines. Otros de Avianca, Latam Airlines y Aerolíneas Estelar. De los vuelos humanitarios de Conviasa solo saben que fueron suspendidos.
Llegaron a Venezuela a visitar a algún familiar, a realizar un trámite puntual o a pasar unas cortas vacaciones, por lo que les urge volver a Chile. Solicitan entonces a ambos gobiernos reabrir las rutas aéreas de regreso a los vuelos de repatriación o acordar cuanto antes vuelos humanitarios.
“Vine a visitar a la familia de mi pareja venezolana (residente en Chile). No venía desde hace dos años. Ambos estamos perdiendo nuestro trabajo allá. Debíamos retornar el 31 de marzo. Tengo una hija de seis años que vive conmigo, pero ahora está con sus abuelos. Debo acudir al juicio por tuición o cuidado personal de ella el 18 de junio, por lo que me urge volver. He esperado este juicio por tres años”, indica el chileno Pedro Claveria Silva.
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Para Yehilmar Ramírez la situación se complica con un hijo de tan solo 7 meses. Llegó a Venezuela el pasado 4 de marzo junto con su madre. Su plan era permanecer solo 21 días en el país. “Mi bebé llegó de 4 meses de edad y ya tiene 7 meses. Estamos como muchos venezolanos, con días sin luz ni agua, pero ya es insostenible económicamente mi situación. Ya no sé de dónde sacar para comprar la leche y los pañales”, narra la mujer.
Los chilenos y venezolanos con residencia en Chile que se encuentran varados en Venezuela se agruparon en Twitter e Instagram, desde donde solicitan todos los días a las autoridades de ambos países una rápida solución que les permita retomar cuanto antes a la vida que escogieron.
