Guarenas.– Trabajadores de Bimbo en Venezuela se pronunciaron este miércoles, 20 de marzo, para denunciar las dificultades que sufren los 1.400 empleados de esta panificadora industrial después de la paralización de la planta por falta de harina de trigo, principal materia prima para la elaboración de los productos.
La planta, ubicada en Guarenas, estado Miranda, suspendió sus operaciones desde el lunes 18 de marzo y la directiva de la empresa decidió enviar a los trabajadores a sus casas «hasta nuevo aviso», tiempo en el que solo percibirán el salario básico mensual de 6.000 bolívares semanales.
Con la consigna «queremos harina, queremos trabajar», los operarios de esta empresa transnacional denunciaron que con la paralización de la planta están dejando de percibir una comida completa diaria que se les ofrece en el comedor, dos bolsas de pan semanales, un jugo embotellado diario, así como los bonos por trabajo nocturno y producción, además de las horas extras por jornadas adicionales.
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«Muchos dependemos de esos beneficios para alimentarnos nosotros y nuestras familias. Algunos trabajadores solo se pueden comer el plato de comida que nos dan en el comedor. Todos esos beneficios sumados hacen varias veces el salario base que nos paga la empresa, el cual, como todos sabemos, no alcanza para nada», relató Yoswal Corredor, vocero del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Harina (Sintraharina) de la planta Guarenas.
A la protesta también acudió el presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Harina (Fretraharina), Juan Crespo, quien responsabilizó al gobierno de Nicolás Maduro por mantener «salarios de hambre» para la fuerza trabajadora.
«Hace unas semanas el producto final de esta empresa costaba 3.000 bolívares; hoy una bolsa de pan Bimbo cuesta 7.300 bolívares. Pero más arriba, el saco de 45 kilos de harina que costaba 4.500 bolívares, ahora lo venden en 32.000 bolívares. Entonces el Gobierno debe sentarse con los empresarios para sincerar no solamente los costos, sino también los salarios de los trabajadores», relató Crespo.
La industria de harina de trigo está en manos de la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro), dependencia del Ministerio de Comercio.