Los Teques.- En Navidad, Venezuela se viste de fiesta y se engalana con su mejor ambiente. Es época de sabor y festejo, de reunión y encuentros, de calidez y felicidad. Entre las tradiciones que más se mantiene en Altos Mirandinos está el pesebre, que en cada rincón espera la llega del Niño Jesús.
En Los Teques, uno de los pesebres que es tradición es el de la Familia Rondón Briceño, una de las fundadoras de la comunidad de El Barbecho, miembros de la parroquia eclesiástica y quienes han afianzado esta costumbre por más de 30 años.
La familia Rondon elabora un muy bello pesebre en la sala de su hogar y este año no fue la excepción, a pesar de la pandemia y de los gastos extras familiares.
Para Ángel Rondón, el hijo menor del matrimonio Rondón Briceño, es la mejor época del año, ya que le recuerda a la humanidad el inmenso amor de Dios. Por ello, con mucho agradecimiento mantiene la tradición y a las 12:00 de la medianoche toda la familia se reunirá para colocar al Niño Jesús.
Lechería | Pesebre de arena: así luce la obra diseñada en playa Lido
«Lo que comencé realizando en pastilina y tapas de latas, con el pasar del tiempo se hizo un pesebre tradicional, el cual, cada año, planifico con la mayor creatividad, disposición y, sobre todo, con el corazón», relató.
Explicó que cuando niño pasó por un momento muy desagradable cuando se quemó la sala de la casa por un fuego artificial que entró por la ventana e incendió todo el pesebre. «Vi a mi mamá tan triste que me puse como meta que con mi primer trabajo iba a comprar las imágenes más bellas y fue así como comencé está aventura para recrear cada etapa del nacimiento de nuestro Salvador; no solo lo tradicional, sino también el pueblo, el comercio de esos tiempos, los ríos, lagos y efectos especiales que nos ayudan a ubicarnos en ese contexto de la historia».
Para Ángel, cada año es una aventura y una experiencia realizar el pesebre. «Es una tradición que mantenemos en mi hogar y donde todos mis cercanos esperan cada año el poder observar esta obra de arte que construyo con mucha dedicación».
Realizar este pesebre, para Rondón, no es solo tradición, porque cada año lo ofrece con alguna intención y petición al niño Jesús. «Cada año lo ofrezco y este no fue la excepción, porque lo que pedí de rodillas hoy lo celebro de pie».
Finalizó recordando que siempre le da el mensaje a todos sus amigos que deben realizar un nacimiento sencillo, pequeño o como puedan. «Pero el niño Dios debe ser el centro de nuestras vidas», dijo.