Caracas.- Luego de que distintos voceros del gobierno de Nicolás Maduro anunciaran la suspensión de actividades para este 1 de abril, a algunos colegios privados que no acataron esta medida les fue levantada un acta y en algunos casos recibieron llamadas telefónicas exigiéndoles la suspensión de las actividades, pero no fueron sancionados.
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En el caso del UEP Colegio Humboldt le fue levantada un acta donde se establece que la institución debe acatar la orden de suspensión de actividades escolares emanada por el presidente de la República como garante de la defensa, resguardo y bienestar el pueblo. En este sentido, la supervisión orienta a que ningún estudiante permanezca en las instalaciones del colegio.
En el caso del Colegio Emil Friedman, la dirección del plantel envió un comunicado a los padres y representantes en el que manifestaron que han intentado reanudar las actividades, pero han recibido «llamadas directas del más alto nivel ministerial exhortando acatar las medidas de suspensión».
En el comunicado precisaron a los padres y representantes que en los dos primeros trimestres han adelantado contenido suficiente como para concluir el temario oficial restante en los días hábiles oficiales que restan en el año escolar. «Por esta razón no está en riesgo el año escolar», reza el comunicado.
Precisaron que «el equipo docente está preparando guías de trabajo» que distribuirán entre el estudiantado. Los conciertos se mantendrán suspendidos hasta que cuenten con mayor estabilidad en los servicios de agua y electricidad.
En el Colegio El Peñón, que recibió un llamado de atención de parte de la supervisión del Ministerio de Educación, anunció, sin precisar detalles, la toma de medidas para los grupos de estudio.
Asimismo, directivos del Colegio San Agustín de El Paraíso recibieron una reprimenda, vía mensaje de voz, debido a que el lunes 1 de abril realizaron actividades académicas.
El llamado de atención les llegó a pesar de que las actividades estaban dirigidas solamente a las tres secciones de quinto año, entre ellas una charla con un sacerdote de la orden agustiniana proveniente de España. Aunque los representantes de la institución no fueron sancionados, debieron suspender todo tipo de eventos que tuvieran programados.
