Caracas.- Carmen Trujillo vive en Caricuao, al suroeste de la ciudad, y se levantó a las tres de la madrugada para poder llegar a la oficina del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) de Parque Central a las cuatro. Desde esa hora está en la cola y a las ocho de la mañana, había avanzado apenas unos pasos.
Con la ampliación de la flexibilización, denominada 7+7 plus por Nicolás Maduro, se retomaron jornadas de cedulación. Carmen decidió acompañar a su nieta porque, aunque es menor de edad, desea trabajar, pero perdió su documento hace un par de meses.
“Yo vine para no dejarla sola”, pero admite: “Si fuera por mí, no estaría aquí, porque es un riesgo”. En el lugar, muchas personas se bajan la mascarilla hasta el cuello o se la quitan, mientras Carmen va con doble tapabocas y guantes.
La insistencia de su nieta por sacarse la cédula se debe al deseo de trabajar, pero Carmen se niega y le asegura que no hace falta. “Yo le digo que, aunque coma poco, no le falta nada. En cambio, si comienza a trabajar, va a tener que andar en la calle y llevarse el almuerzo y eso son más gastos”, dice.
Le sorprende que el proceso sea tan lento, aunque sí cree que las colas están organizadas. Se imagina que así como su nieta perdió la cédula, a muchas personas les habrá ocurrido igual. Luego de siete meses de confinamiento por una pandemia, Carmen quisiera poder estar en su casa, a salvo de contagiarse.
Esta nota fue publicada originalmente en El Pitazo el 22 de octubre de 2020
Historias del Saime | Yurmary Reyes debe cedularse para que su hija tenga identidad