Guarenas.- Ni la lluvia, ni el sol, son impedimentos para la celebración de la misa dominical en el sector Ruiz Pineda de Guarenas, en el estado Miranda. A la capilla San Isidro le fue robada la mitad de las láminas que componen el techo en 2017.
La feligresía se las ingenió y ubicaron los bancos hacia el lado derecho del templo, debajo del techo que quedó.
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Desde el robo al santuario, quienes hacen vida en esta iglesia católica que pertenece a la Parroquia San Miguel Arcángel, han hablado con diferentes autoridades para que les sea repuesto el techo robado, pero todo ha quedado en promesas, pues ninguna autoridad ha cumplido con el compromiso asumido públicamente.
Tras ganar las elecciones municipales en diciembre de 2017, el alcalde del municipio Plaza, Luis Carlos Figueroa, se compronetió a reparar la capilla.
«Nos dijo que además de la reposición del techo, haría reparaciones a la infraestructura. A los días vino un ingeniero a tomar medidas, pero más nunca regresaron», relató María Isabel González en cargada de una de las cofradías que hacen vida en la capilla.
Los amigos de lo ajeno visitaron la iglesia en tres oportunidades entre octubre de 2017 y enero de 2018. Además de las láminas del techo, se robaron piezas sanitarias, puertas, ocho ventiladores de techo, el cableado eléctrico y una imagen religiosa.
El 21 de noviembre de 2019, durante la inauguración de la Plaza de la Guarenidad, Jacqueline Farías, quien en ese momento se desempeñaba como presidenta de la Misión Venezuela Bella, anunció que serían reparados cinco templos de la iglesia católica en Guarenas, entre ellos la Capilla San Isidro.
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Sin embargo, esta promesa tampoco fue cumplida. «Hemos decidido comenzar a hacer una colecta para nosotros mismos iniciar la reparación del templo, porque si seguimos esperando por una autoridad, nos quedaremos sin capilla. Sabemos que los costos son elevados, pero algo podremos hacer en una colecta por familia», explicó el Diácono Henry Tovar, encargado de la parroquia San Miguel Arcángel al finalizar la misa dominical del pasado domingo 23 de mayo, junto al presbítero Valdemar González, quien ofició la eucaristía.
Por razones de seguridad, ante los robos registrados en la capilla, la imagen de San Isidro Labrador, santo de esta iglesia y de la comunidad de Ruiz Pineda, permanece resguardada en una vivienda particular de un vecino de la zona.
