Juan Pablo Saavedra, es un abogado y coronel asimilado de la Aviación. Hasta 2018 se desempeñaba como jefe de la división de contrataciones de la dirección de adquisición de la Aviación. El 20 de mayo de 2018 fue detenido en su oficina pese a que unas semanas antes había sido llamado a declarar.
Sin embargo, no fue sino hasta el 29 de mayo, es decir, nueve días después, que fue presentado en tribunales. Durante esos nueve días, el coronel Saavedra estuvo desaparecido e incomunicado de familiares y abogados.
Dos años y seis meses después, Saavedra permanece detenido en la cárcel militar de Ramo Verde, ubicada en el estado Miranda, por lo que su caso fue presentado en el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU -instancia de las Naciones Unidas para velar por el respeto al debido proceso y a los Derechos Humanos de los detenidos- por la defensa del militar y este 3 de noviembre esa instancia se pronunció reconociendo que la detención de Saavedra fue efectivamente arbitraria.
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Además, el Grupo señala que al militar se le violó el derecho a la defensa, por lo que exigen que sea puesto en libertad inmediatamente. La abogada María Daniela Rivero señala que nunca existió una orden de detención al momento de ser apresado.
Durante la audiencia de presentación de Saavedra los funcionarios actuantes presentaron una orden con fecha del 27 de mayo, es decir, siete días después de haber sido detenido.
Otra irregularidad es que a los abogados no se les ha permitido tener acceso al expediente.
Rivero señala que el caso de Saavedra viene a engrosar una larga lista de detenciones arbitrarias que se han ejecutado de manera sistemática.
También recuerda la abogada que desde 2011 el Grupo de Detenciones Arbitrarias ha tratado de venir a Venezuela y visitar las cárceles, pero los gobiernos, tanto de Hugo Chávez como de Nicolás Maduro, se lo han impedido.
Esta instancia ahora hará seguimiento y en seis meses, el gobierno de Maduro debería informar si ya el militar fue liberado.
El Grupo de Trabajo también enviará información al Relator contra la Tortura y es que la abogada Rivero informó que el militar fue pateado por la espalda, abdomen y cara. También fue torturado psicológicamente al ser amenazada su familia.
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Acusado sin caso
El abogado Gustavo Limongi, quien también forma parte de la defensa del oficial, explica que en la acusación de 132 líneas nunca aparece mencionado el nombre de Juan Pablo Saavedra. Aparecen relatados una serie de hechos de manera abstracta y vaga, pero nunca se le menciona.
No se habla de un hecho específico sino de reuniones de militares de otros componentes distintos al de Saavedra, de escenarios supuestos e incluso de la pretensión de impedir las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente cuando ésta ocurrió en 2017. Es decir, cuando no existía si quiera un caso.
Limongi insiste en que no hay un solo hecho que pueda atribuírsele a Saavedra, un oficial asimilado que no tenía capacidad de tropa y aun así se le imputan instigación a la rebelión militar y actos contra el decoro militar.
Agrega que el 19 de mayo de 2018, un día antes de ser detenido, funcionarios de Contrainteligencia militar entregaron un supuesto informe donde analizaban una serie de hechos. Además, denuncia que los tribunales no han dado despacho ni respondido las apelaciones.
El 20 de mayo de 2019 fue respondido un recurso que introdujeron en diciembre de 2018. El caso se ha ralentizado también por el cambio de juez.
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Exigen justicia
La esposa del coronel, María Gabriela Ramírez, exige justicia y libertad para su esposo.
Mientras, la hermana de Saavedra, Rossana Saavedra, recuerda que su madre estuvo al borde de la muerte cuando se enteró de la detención del militar.
Reitera que a su hermano se le han violado sus derechos humanos e insiste en que es un hombre pacífico y un profesional intachable por lo que considera que está injustamente detenido.
Entre sollozos, la hermana del coronel manifestó que su hermano ha sido sometido a “un castigo horrible” como lo es la pérdida de su libertad. Rossana refiere que tienen ocho meses sin poderlo ver. La última vez fue en marzo.
Juan Pablo Saavedra tiene problemas respiratorios pues padece de asma, condición que les preocupa aún más en el contexto de la pandemia de COVID-19 y porque la última vez que lo vieron ya estaba mal.
