Caracas.- El ambiente en las afueras del centro de detención preventiva Zona 7 de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en Boleíta, se tornó tenso luego de que funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales (Faes) llegaran al sitio e impusieran un cordón para evitar el paso a familiares de los detenidos.
Los funcionarios de la Faes ingresaron a los calabozos de la PNB. Luego entraron también dos vehículos del grupo táctico, en menos de cinco minutos.
Familiares de los presos lanzaron objetos a los funcionarios de la PNB. Quienes esperan frente al centro de detención preventiva se sentaron en espera de alguna información. Las madres, esposas, hijas y hermanas de los reclusos cantaron el himno nacional como símbolo de resistencia.
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Los familiares, que organizaron un escudo humano para impedir el paso de la Faes, exigen la presencia de la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, y de un fiscal del Ministerio Público. Aseguran que no se van a mover del sitio hasta saber la situación de los presos.
A las 11 am, el motín de los detenidos de la PNB bajó de nivel, al informarse que los detenidos estarían limpiando las celdas para que ingresen fiscales del Ministerio Público.
Nazareth, la esposa de un detenido acusado de secuestro, relató a El Pitazo que el motín de los presos inició porque los policías estaban extorsionando a los familiares pidiéndoles de 150 a 200 dólares para que sus detenidos fuesen trasladados de la celda 3, conocida como El Tigrito, a las 1 y 2, que ella describe como «normales».
Nazaret denunció que a su esposo lo llevaron en primer lugar a La Yaguara y le exigían 500 dólares para dejarlo allí, como no los tenía lo trasladaron a la Zona 7 de Boleíta.
Por todo esto y por las condiciones de hacinamiento e insalubridad en que se encuentran los detenidos, exigen sean sacados de los calabozos de la PNB.
Información de los muertos
Erick José Gastón, quién fue detenido por hurto fue decapitado por sus compañeros de celda la noche del martes 3 de septiembre. Erick dejó tres hijos de 4, 5 y una bebé de un año. Se encontraba detenido en la PNB desde el 12 de agosto y el 17 de septiembre lo sentenciaron a dos años y seis meses.
A Luis Guillermo Meza, también lo decapitaron por, presuntamente, violar a una menor en la Misión Vivienda de Fuerte Tiuna. El hombre llegó la mañana del 3 de septiembre a la Zona 7 y lo asesinaron en la noche.
El equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) pudo conocer que los internos se quejan por el poco espacio, no cuentan con ventilación, no tienen acceso a la luz solar y deben pagar por todo, por lo que tras ponerse de acuerdo comenzaron a alzarse dentro de las celdas.
El OVP ha denunciado en infinidades de ocasiones las condiciones en las que se encuentran los presos en estos calabozos que aunque son 16 celdas con capacidad para 250 personas no tienen suficiente espacio para albergar a los 953 presos que ahora tienen, por lo que les toca dormir en el piso, parados, sentados y hasta uno arriba de otro.
El hacinamiento, es una bomba de tiempo en cada centro de detención que ya ha generado tres masacres en los últimos años, la primera en un centro de detención en Puerto Ayacucho estado Amazonas en el 2017, la segunda en Policarabobo en el 2018 y la tercera en PoliAcarigua hecho ocurrido este mismo año, sostiene el equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones sobre causas de los motines en cárceles venezolanas.
Responsabilizan al Ministerio de Servicios Penitenciarios por los hacinamientos en los centros de detención, al negar los cupos en las cárceles venezolanas aun cuando dicen, que se está en presencia del “mejor sistema penitenciario del mundo”. »Ha sobrepoblado los calabozos y los presos están en manos de funcionarios que no están preparados para la custodia de presos sino de ciudadanos convirtiéndolos en los primeros violadores de DDHH», manifiestan.
Con información de Daisy Galaviz
