Un café con El Pitazo se fue este miércoles hasta Prados de María, en la parroquia caraqueña de Santa Rosalía, para conversar sobre la transición y el papel de la ciudadanía en este proceso, y se encontró con una comunidad en la que creen que la activación popular es el camino para alcanzar la estabilidad del país.
Durante dos horas, los vecinos de esta zona discutieron las opciones de Venezuela para salir de la crisis actual y debatieron sobre el papel de los jóvenes en este momento. Acompañados de periodistas de El Pitazo, activistas de la organización Voto Joven y los diputados de la Asamblea Nacional Ismael León y Leonardo Regnault, los residentes de Santa Rosalía expresaron sus inquietudes sobre la probabilidad de un futuro escenario electoral.
El politólogo y abogado Noel Mavarez, presente como invitado de este encuentro, destacó que el «objetivo es rescatar la democracia y si no hay participación, no la hay». En este sentido, aclaró que en Venezuela hay 21 millones de intereses diferentes y que depende de la participación unificar estos criterios por un bien común.
«La participación debe ir fundamentada hacia la ciudadanía. Recuerden la experiencia de 2015… Para mi el problema no es la composición del Consejo Nacional Electoral, sino vencer el miedo de la ciudadanía a ejercer sus derechos«, dijo.
Carlos González, vecino de esta zona, opinó que cualquier proceso electoral debe admitir garantías seguras. «Yo estoy convencido que la salida es electoral, lo que sí comparto es que deben haber reglas justas… Las elecciones deben ser manuales, porque el sistema está trampeado y deben haber reglas claras porque sin eso no podemos ir a elecciones», dijo.
Los comentarios al respecto llenaron la sala del café con El Pitazo y la discusión en torno al tema se dio con respeto a las opiniones del otro. Al respecto Bertha Mirabal, otra residente de Prados de María, celebró el encuentro y destacó la necesidad de participar para movilizar a la ciudadanía y en particular a los más jóvenes que se han alejado de este tipo de actividades.
Los asistentes coincidieron en que las condiciones electorales de 2015 y las de ahora no son iguales. «Solo un buen liderazgo es el que nos va a garantizar la participación en un nuevo proceso electoral», comentó Mirabal.
Mover a los chamos
Quienes compartieron el café echaron de menos la presencia de los más jóvenes en el encuentro. Sin embargo, Luisana Subero, miembro de Voto Joven, recordó a los vecinos de Prado de María que la responsabilidad de alcanzar un cambio de gobierno no es exclusiva de los jóvenes. «Si no impactamos en la juventud no vamos a tener jóvenes involucrados», resaltó.
«Para fomentar espacios ciudadanos que involucren a los jóvenes es fundamental que se realicen actividades que los convoquen como caimaneras en las que luego se hable de democracia, de transición… Deben recordar que los jóvenes solo hemos vivido este sistema, no conocemos nada más y son los adultos los que deben formarnos», añadió Subero.
La activista por la participación electoral puntualizó que si la comunidad no comienza a plasmar formas educativas para llamar a los muchachos, no se van a encontrar soluciones.
Sobre una posible elección, la joven aseguró que «el CNE es una institución que crea elecciones a la medida del Psuv«, sentenció y aclaró que «el sistema electoral no depende de una cúpula, sino de todos los ciudadanos… Nuestro trabajo es más allá de ir a elegir, defender mi participación, defender mi voto como ciudadano y verificar verdaderamente que lo que dijo el CNE es lo mismo que reporta la máquina«.
El diputado Ismael León celebró esta idea y habló de la importancia de que los jovenes se empoderen en los procesos políticos en todos los niveles para rescatar los espacios. «La idea es que el joven se encuentre con la política en el camino de la lucha ciudadana y la lucha social«, dijo.
El debate quedó abierto en Prados de María y fueron muchos los vecinos que se quedaron con ganas de emitir su opinión ante una audiencia interesada en debatir posibles soluciones para la crisis que atravisea Venezuela.
De allí que quedó abierta a El Pitazo la invitación para nuevas actividades que fomenten el encuentro, la convivencia y la cordialidad en esta zona en la que, pese a la inseguridad, los vecinos no desisten en sus intentos por hacer de Prados de María un territorio amigable.
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