Caracas.- Según lo informó la directiva de Fedecámaras, sus afiliados «condenan el clima de violencia y anarquía» que se vive en varios estados del país durante y tras el apagón nacional que se extendió por varios días.
En comunicado, el conglomerado empresarial lamentó especialmente la situación en el estado Zulia. «La magnitud de los saqueos y actos vandálicos afectó a una gran cantidad de comercios y servicios indispensables para la población; situación de zozobra que se está expandiendo vertiginosamente hacia otras ciudades del interior», dice el documento.
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Advirtió además que la situación que atraviesa el país y que afecta a los venezolanos se agravará al interrumpirse la cadena de comercialización de los productos. «Esto se traducirá en críticos niveles de desabastecimiento que comprometen la seguridad alimentaria de la población».
Fedecámaras aseguró que será difícil la recuperación de los inventarios una vez superados los efectos del colapso energético que afectó todo el país.
También explicaron que «alarma que, a pesar de la gravedad de la situación, las autoridades que hoy detentan las competencias del Poder Público, aún no hayan presentado al país un plan de seguridad que garantice el normal desenvolvimiento de las actividades productivas que permitan el suministro suficiente, oportuno de bienes y servicios vitales para la ciudadanía, así como el debido respeto y resguardo constitucional a la propiedad privada».
El vocero empresarial exhortó a la Fuerza Armada Nacional y autoridades policiales a cumplir las atribuciones que le son propias constitucionalmente. «Es necesario que se tomen de manera urgente las medidas de control del orden público que garantice la paz y la convivencia social que tanto necesitamos».
Industriales zulianos se pronuncian
Por otro lado, la cámara de industriales del Zulia, rechazó los saqueos y violencia ocurridos contra industrias, comercios y diversos establecimientos de la ciudad.
«Los saqueos han afectado gravemente la producción, distribución y venta de alimentos, bebidas, medicinas, y otros productos necesarios para la población. La grave situación del país no justifica este tipo de acciones vandálicas que generan perdidas incalculables en los actuales momentos y en definitiva perjudican al sector productivo y a toda la población, al incrementar la escasez, afectar muchísimas fuentes de trabajo y cercenar la capacidad de la industria para producir y abastecer a la colectividad».
