A fines de 2019 hubo varios debates en el sector académico y profesional en donde se señalaba que posiblemente en este año 2020 la economía venezolana saldría de la hiperinflación. Varios factores apuntaban hacia esa posibilidad. Un indicador es el alza de los índices de precios al consumidor, el cual bajaría a niveles menores al 50% por mes. Esto indicaría técnicamente que el hiper ya no existiría aun cuando la inflación sería de las más altas del mundo.
“En Venezuela seguiremos en hiperinflación porque la política económica del gobierno de Maduro no ha cambiado; el Banco Central de Venezuela sigue financiando el gasto de Petróleos de Venezuela y persiste la emisión de dinero sin respaldo de producción. En enero la cifra de inflación reportada por la Asamblea Nacional fue de 65,4%. Estamos en depresión económica en fase superlativa y contra esto nadie puede luchar si no se hacen correctivos en políticas públicas. No vemos que haya disciplina fiscal y monetaria”, declaró a El Pitazo el economista Jesús Casique.
Señaló que el país está en hiperinflación desde noviembre de 2017, es decir, tiene 27 meses en esa situación. Para el director de Capital Market Finance, Venezuela está rumbo a alcanzar el récord de Nicaragua, que tuvo la hiperinflación más larga del mundo con 63 meses, a fines de los años 80. «También estamos cerca de Ucrania con hiper de 35 meses entre 1992 y 1994. Si persisten los desequilibrios macroeconómicos, vamos a esos niveles con lo que eso implica; la destrucción del aparato productivo nacional, del bolívar como signo monetario y de la calidad de vida del venezolano”, dijo.
Casique informó que desde que Nicolás Maduro llegó al poder en marzo de 2013, la inflación acumulada hasta diciembre de 2019 fue de 3.113.024.972,5%. «Una cifra super extensa y que sorprende al mundo. Maduro organizó una reforma monetaria en pleno proceso de hiperinflación (año 2018) que fracasó y que sepultó al bolívar”.
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— El gobierno lanzó una emisión de petros en diciembre y la gran mayoría de receptores (pensionados y empleados públicos) y de los comerciantes ni recibieron ni liquidaron en bolívares…
— El petro es cualquier cosa antes de una criptomoneda. La emisión de fines de diciembre lo que hizo fue inyectar liquidez al mercado que fue a refugiarse en el mercado paralelo, lo cual disparó el precio del dólar. Esta política tuvo un efecto contraproducente pues disparó y desequilibró el tipo de cambio, la jugada salió mal y por eso evitaron (en el gobierno) que los petros se liquidaran a bolívares. Este fue otro factor que empujó al alza a la inflación.
— Pero el equipo de Maduro insistirá en imponer al petro como medio de pago…
— Esta imposición está condenada al fracaso. Con la imposición del petro, el gobierno violó el artículo 12 de la carta magna venezolana que señala que los yacimientos mineros y de hidrocarburos de la República son inalienables; viola la ley de Hidrocarburos, pues no cotiza nada. Hay un principio en la economía que no falla: la confianza. Y en Venezuela nadie tiene confianza en el petro, eso condena a este experimento de Maduro al fracaso.
— ¿Qué opina del cobro del IVA y de otros impuestos a las ventas que se reporten en dólares?
— Eso no va a aumentar la recaudación fiscal del gobierno en modo alguno. Para que un gobierno recaude fondos, su economía debe estar sana y ser competitiva. Este es un país sumido en una fuerte contracción económica. Entre el año 2013 y el 2019, la economía venezolana se contrajo 73,4%, según cálculos del Fondo Monetario Internacional. Las compras que se cobran en dólares son facturadas en bolívares y hay quien no pide o emite facturas, se paga en efectivo y se concreta la operación comercial. Los controles y las alcabalas impositivas que ha impuesto la revolución en 20 años son los que han destruido a la economía nacional.
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